27 septiembre 2024

Naufraga la última esperanza televisiva de los toros: han perdido más de 12M en dos años

 


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OneToro, el canal que tomó el relevo a Movistar para revitalizar la fiesta, acaba de anunciar que no emitirá la Feria de Otoño de Madrid ni la de San Miguel de Sevilla por falta de viabilidad y pide renegociar.

En febrero de 2023, el mundo del toro vivía un auténtico terremoto. Tras más de 10 años en los que Movistar Plus se había encargado de retransmitirlos, una nueva compañía llegaba para quedarse con el pastel y levantar la moral de la afición. Era la primera vez desde los 90 que la plataforma de la antigua Canal+ perdía los derechos y el cambio llegaba desde una desconocida empresa liderada por un ejecutivo alemán con sede en Delaware. Una apuesta arriesgada aplaudida por los grandes nombres de la tauromaquia. Pero ni dos años después de aquello, el proyecto está cerca del tercer aviso.

 

OneToro, el canal bajo suscripción surgido de esta nueva apuesta, acaba de anunciar que no emitirá dos de las mayores ferias de los próximos meses. Sus abonados se quedarán sin ver la Feria de Otoño de Madrid y la Feria de San Miguel de Sevilla. ¿Por qué? Según palabras de la compañía, los números no dan ni parece que vayan a dar en el futuro si no cambian las cosas. Así de claro lo han dejado en un duro comunicado en el que son transparentes. La entidad ha perdido más de 12 millones de euros en los menos de dos años que llevan en funcionamiento y sus suscripciones ni se acercan a las esperadas. Su única solución, apuntan, es que se renegocien los contratos de derechos de imagen y que el sector ayude a la viabilidad del proyecto.

"En febrero de este año se presentó un año televisivo único en el mundo del toro, con 117 corridas anunciadas en febrero, seis series de producción propia con más de 180 capítulos, resúmenes de festejos de más de 40 plazas y retransmisiones especiales nunca vistas. Una programación exquisita que no ha sido suficiente para superar los 60.000 abonados (medición del mes de julio, en el punto álgido de la temporada)", comentan los gestores en el texto. "O lo que es lo mismo, el público objetivo dispuesto a pagar por este contenido, nunca llegará a generar los ingresos necesarios para cubrir las cantidades desorbitadas que se exigen, en concepto de derechos de imagen, para retransmitir una corrida en directo. Por lo tanto, y en términos económicos, los precios que el sector pretende cobrar en concepto de derechos de imagen no se ajustan a la realidad".

 

La noticia llega tras cerca de dos años en el que el proyecto no ha parado de sufrir cambios. El empresario Moritz Roever, primer CEO de OneToro y líder del proyecto inicial, hace tiempo que desapareció del foco. OneToro LLC., la empresa en Delaware que estaba detrás de la plataforma original, también dio paso a una compañía española con sede en Mairena del Aljarafe (Sevilla) y comandada por varios socios relacionados con el mundo del toro. Por último, al poco de iniciar sus retransmisiones cambió hasta el nombre del canal. Empezó como Mundotoro TV, aprovechando la marca de un medio especializado en este mundo, pero la llegada del nuevo logo no se hizo esperar.

En todo este tiempo, la plataforma sin experiencia fue cogiendo tracción. Empezó con errores técnicos que supusieron grandes críticas de los suscriptores, los corrigió y logró aglutinar todas las ferias y ofrecer el máximo contenido taurino con la idea de quedarse como la casa de la fiesta. Desde su lanzamiento tenía el apoyo inicial de Las Ventas y fue sumando los de las gestoras de casi todas las grandes plazas con la idea de mejorar la situación de la fiesta y sus resultados económicos. Pero de momento no lo ha conseguido.

 

Curiosamente, el gran conflicto con OneToro empieza donde se inició la ruptura con Movistar: en la feria de Otoño de Las Ventas. En su edición de 2022 no fue retransmitida por televisión por falta de acuerdo económico. Lo que nadie sospechaba entonces es que ese desencuentro sería el prólogo de una nueva etapa en el mundo del toro. A comienzos de febrero de 2023, Plaza 1, la compañía que gestiona Las Ventas, soltó la bomba: había vendido los derechos de retransmisión de la plaza a OneToro para los próximos tres años. Ahora todo apunta a que volverá a quedarse sin cámaras.

"Solo 1 de cada 4 televidentes paga por OneToro"

También coincide el análisis del problema con los temores que había en los últimos años con Movistar. Cada vez los abonados que pagaban por ver los toros eran menos y no había forma de rentabilizar el espectáculo. Según dijeron fuentes de Movistar a El País, en 2023 Canal Toros era deficitario. Cuando OneToro llegó, el número de abonados al canal de Movistar no superaban los 20.000, aunque tenían la esperanza de que subieran a 50.000 con la emisión de las ferias de Sevilla y Madrid. "Cifras lejanas a los más de 100.000 abonados que el canal tuvo hace unos años", señalaban.

 

Ahora, la nueva plataforma ofrece guarismos similares. Sus abonados son, según sus datos, 53.504. Eso sí, creen que el problema no es que no haya aficionados, es que prefieren no pagar y muchos apuestan por la opción de piratear la señal.

 

En el comunicado hablan de que sus estudios de mercado señalaban un objetivo de 200.000 suscriptores solo en España, pero "lo que esta compañía nunca podía prever es que solo 1 de cada 4 aficionados que ven el canal lo hace de manera legal y pagando la suscripción. En países como México y Perú, esta cifra pasa a ser de 1 por cada 20. Simplemente, no están dispuestos a pagar dicho contenido, decantándose por enlaces y canales piratas, teniendo en cuenta que el precio promedio de la corrida en Onetoro TV está en 1,28 euros".

Es pronto para saber cómo saldrá de esta situación OneToro, que admite que sus inversores privados no están dispuestos a seguir invirtiendo "si no hay un gran acuerdo, que haga viable la continuidad del proyecto". Cuentan que en este tiempo han invertido de forma directa 20 millones de euros en derechos de imagen y más de 7 millones de euros en producción y promoción de la tauromaquia. Pero esperan que su plan para 2025 haga viable el proyecto con el apoyo de la industria y la regularización de los derechos de imagen.

 

Sin embargo, el asunto de la piratería parece ser una cornada difícil de cerrar y a esto se suman los preocupantes datos sociológicos. Según datos del Ministerio de Cultura y Deporte, ya no queda una sola franja de edad en la que al menos la mitad de sus componentes muestre "poco o ningún interés" por las corridas. Si miramos el otro extremo, el de los grandes aficionados, descubrimos que no llega al 5% entre los jóvenes, pero tampoco al 10% en el segmento que muestra más interés, el de los mayores de 75 años. Por si fuera poco, este segmento es el más reticente a cambios como abandonar su descodificador de toda la vida para abonarse a una plataforma de streaming.



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