30 septiembre 2024

Madrid despide a Enrique Ponce con una puerta grande de festival

 

DEL DIARIO MARCA. Por Carlos Ilián

El maestro de Chiva dice adiós desorejando a un toro de Juan Pedro con el empuje de público y palco.

Plaza de Madrid. Primera corrida. Casi lleno. Toros de Juan Pedro Domecq y Garcigrande (2), descastados y blandos, especialmente los tres de Juan Pedro. Enrique Ponce (5), de lila y oro. Pinchazo, estocada corta y caída y dos descabellos (silencio). Estocada (dos orejas). David Galván (4), de verde manzana y plata Estocada trasera y caida y tres descabellos (saludos con protestas). Dos pinchazos y estocada (silencio). Samuel Navalón (5), de lila y oro, Pinchazo, estocada tendida y dos descabellos. Dos avisos (saludos). Estocada contraria. Un aviso (una oreja)

Después de 34 años como matador de toros y una de las más largas trayectorias en la historia moderna del toreo Enrique Ponce se despidió de Madrid. Un adiós en el que consiguió una despedida por la puerta grande. Era pues el adiós soñado. Ponce tuvo de su lado a un público que le apoyó durante toda su actuación, desde obligarle a saludar después del paseíllo hasta obsequiarle las dos orejas del cuarto toro. Ponce se vió obligado a abreviar con su primer toro que se rompió el pitón izquierdo pero en el cuarto se encontró con un amiguete de infinitas dulzura, nula casta y la fuerzas al límite. Enrique anduvo como quiso en la cara de s este borregón sin un solo muletazo de hondura y siempre en la línea de la bisuteria.

Los muletazos flexionando las piernas enamoraron a un público de verbena y como esta vez acertó con un gran esparazo, lo más destacada de su actuación, se pidieron las dos orejas. El palco accedió y Ponce salió al final en hombros. Una puerta grande de festival benéfico, de plaza portatil, de pueblo. Una despedida con cariño y sin grandeza

El joven Samuel Navalón le cortó una oreja al sexto toro en el que anduvo muy cerca de los pitones y muy entregado, Las bernardinas y la bondad del público resultaron una mezcla perfecta par que cortara una orejita en la tarde de su confirmación. En su primer toro ligó y templó con más facilidad que hondura. David Galván se obstinó en un trasteo a distancia más pendiente del postureo que dee fajarse de verdad con el toro de mayores posibilidades de la tarde.

1 comentario:

Anónimo dijo...

No está mal, siempre ha hecho la misma faena todos los días y con todos los toros se despidió como se merecí. Y, a mayor abundamiento, es el torero que mas avisos ha recibido....digo yo que tiene de catedrático del toreo lo mismo que yo de monja.
Picornell