SEIS INVALIDOS
Octava de la Aste Nagusia 2017
26 Agosto 2017
Plaza de toros de Bilbao con casi lleno
Toros de Puerto de San Lorenzo. Los más chicos de la feria, inválidos, cayéndose todos repetidas veces, descastados, tontos, sin chispa y con una cualidad: más nobles que pías monjitas.
Ponce: Ovación y Ovación.
Urdiales: Oreja y Silencio.
Roca Rey: Silencio y Oreja.
Se guarda un minuto de silencio por el fallecimiento del matador Dámaso González. Ponce y Urdiales también le brindan uno de sus toros.
Las dos faenas de Ponce han sido calcadas, largas, plomizas, aburridas, sin un buen pase que destacar. En el cuarto un espectador le dice que se coloque bien y se encara con el tal. Después en declaraciones dice que a él nadie le tiene que ordenar lo que tiene que hacer. Un chulo de pacotilla. Ha estado tan mal, que aun matando de pinchazo y estocada, nadie ha sacado un pañuelo. Le han perdonado un aviso en cada toro.
Urdiales hace como que torea de capa al tullido segundo. Algunos pases de mérito dados de uno en uno, no ha ligado ninguna serie, con toros así de flojos, no es cosa de pedirle peras al olmo. Clásico toreo de Urdiales, que se agradece después de ver tantas fullerías. Lo mejor es la estocada y le vale una oreja.
El quinto más de lo mismo, el presidente no quiere devolver ningún toro, puede que sean órdenes superiores. Insufrible ver tanta basura en el ruedo. Bien por bajo que hacerle esto a un toro sin fuerzas parece un contrasentido, el toro echa la cara arriba y protesta; para rematar el bodrio mata mal.
Roca Rey ya tiene su inválido de turno, a la primera verónica y rueda por los suelos. En los primeros pases de muleta, se ve que el toro tiene la mano derecha mal, a los pocos muletazos se queda cojo el toro y el torero a causa de un pisotón del toro. Mata bien.
Mejora de su tobillo el indio peruano y le sale un toro corretón que nadie lo para, hay pitos pues el toro es una infame rata. Los consabidos trapazos del de los Andes; muy pinturero en los pases por bajo y a torear para fuera, como eso del toreo puro lo desconoce el muchachito, recurre al arrimón que es muy orejero. La gente aplaude pues tiene mono de aplaudir, aunque la faena sea vulgar. Se salva por la estocada.
Juanjo Franquelo
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