Hay
cosas que solo pasan una vez en la vida, por ejemplo el que te toque la lotería
y te haga millonario. No, a mi no me ha tocado la lotería; pero si he sido
agraciado en la vida con un premio que me ha hecho acaudalado y que a
diferencia del dinero, no se acaba por mucho que gastes como es, el orgullo de
tener una gran amistad con una saga de toreros como son la familia Esplá.
Varios
acontecimientos familiares han colmado de felicidad mi asistencia a los mismos,
pero lo de ayer tuvo una aureola especial, la celebración nada menos que del
90º Aniversario del segundo componente de en el toreo alicantino -ya que el
padre de Paquito Esplá, abuelo de los toreros Luis Francisco y Juan Antonio,
así como bisabuelo de Alejandro, Santiago y Curro, aunque este se haya
decantado por los del castoreño, que también viste de oro- fue el iniciador en
el mundo de la tauromaquia de esta grandiosa “Saga Esplá”.
La
magnífica y coqueta finca “La Taifa de Jorba”,
propiedad del maestro Luís Francisco Esplá, no solo ensordeció con el
estruendo de la pólvora tan típica en esa zona del Mare Nostrum”, sino que
ardió con una estremecedora ovación, como en sus mejores tardes de toros, a la
llegada del maestro Esplá con su queridísima y amada esposa Tirsa. Siempre que
les veo me viene a la memoria la letra de una canción de Pecos por ser la mejor
forma que veo define sus sentimientos y, es que no hay dos personas que se
quieran más, si se miran, ponen tanto amor que se adentran en el corazón de
quienes le rodean. De sus labios brota tanta paz, que a sus ojos, todo es
natural, son tan felices, que cuando se hablan lo hacen con tal cariño que no
es de extrañar que hayan contagiado de esa gran fortuna igualmente a quienes
les rodean.
La
fiesta comenzó con un espectacular aperitivo para los invitados allí presentes
mientras los toreros Alejandro y Santiago se vestían de corto para tras hacer
el paseíllo y saludar al veterano maestro, lidiar dos novillos y brindar sus faenas
al maestro Paquito Esplá.
Tanto
Alejandro, matador de toros, como Santiago, aún novillero sin picadores,
demostraron la sangre que les corre por sus venas y deleitaron a todos los
presentes con dos sensacionales faenas. Dos faenas completamente distintas,
como distintos fueron los novillos en su comportamiento. Lancearon muy templado
con el capote y pudimos ver a Santiago que ha decidido continuar la tradición
de su padre y de su tío en lo referente al tercio de banderillas, ejecutando
tres pares antológicos.
Destacar
la enorme suerte de ver a los hermanos Luís Francisco y Juan Antonio hacer un
extraordinario quite mientras sus hijos cambiaban el capote por la franela y
comenzar la faena de muleta.
Acabadas
las faenas por ambos toreros se continuó con la fiesta dando paso a una estupenda
tertulia taurina entre los allí presentes para rematar la velada con una
suculenta cena familiar, fantásticamente servida y amenizada con la mejor de
las músicas de ambiente.
El
remate de la jornada fue espectacular, porque poder charlar de toros con el
maestro Luís Francisco Esplá siempre resulta de lo más amena y agradable, algo
que fue posible tras la cena, con una temperatura muy agradable bajo una luna
de Valencia que brillaba sobre la “Taifa de Jorba” como queriendo entrar en
conversación con el maestro.
Y
así transcurrió una jornada que será inolvidable, felicidades al veterano
maestro Paquito Esplá por su 90º Aniversario, que el año que viene podamos
volver a vernos. Felicidades a los maestros Luís Francisco y Juan Antonio por
habernos hecho disfrutar -aunque solo fueran una pinceladas- de su toreo.
Felicidades a Alejandro y Santiago por el buen sabor de boca que nos dejaron
con sus faenas y, FELICIDADES, muchas FELICIDADES con mayúsculas a toda la
Familia Esplá, a todos en general, gracias Mimi, Rocío, Jorge, Lucía, Daniel,
Azelays, Alejandro, porque con el trato que nos dais, hacéis que nos sintamos
parte de vuestra familia, os queremos, muchas felicidades a todos.
José Cisneros
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