JUAN MORA. TORERO MISTICO
Por José Cisneros
Como es tradición desde hace 25 años, la Peña Taurina “Tercio De Varas” de Linares inauguró anoche sábado lo que conforman las XXIV Tertulias Taurinas que ininterrumpidamente lleva organizando esta prestigiosa Peña Taurina. Una noche muy concurrida. Aficionados de varios puntos de la provincia como Jaén, Baeza, Villacarrillo, Castellar de Santisteban e incluso de fuera de la misma como es el caso de aficionados venidos desde Granada; se dieron cita en una velada que como siempre puesto el cartel de “No hay billetes”, pero creo que en esta ocasión muchos fueron los que se quedaron sin poder sacar “entrada”.
El Matador de Toros Juan José Gutiérrez Mora, torero placentino, criado en Sevilla; muy querido y recordado por la afición jienense dado que este torero ha conocido la cara y la cruz de la Fiesta en ella. Muchos son los triunfos conseguidos por esta provincia como en el Coso de San Nicasio de Ubeda, como así el gravísimo percance ocurrido en la Plaza de Toros de Jaén en la tarde del 19 de octubre de 2001, cuando un toro de Joaquín Barral le seccionó la femoral del muslo derecho; fue el encargado de inaugurar la I de las Jornadas previstas para este año 2012, año del 25º Aniversario de esta Peña Taurina Tercio de Varas de Linares.
Es digno de resaltar el resultado tan positivo de esta Peña Taurina la cual, cada año acoge más aficionados, dado como no podía ser de otra manera, el ambiente e interés taurino que despierta con los carteles de invitados que componen, así como también ser unas fechas donde los aficionados esperan con ilusión, ya que sirven para el encuentro de viejos como nuevos amigos, todos aficionados a este misterioso mundo del Toro y donde con un ambiente exquisito, se aprende, comparte e intercambias ideas y vivencias sobre la Fiesta en general.
El acto de inauguración de estas Jornadas estuvo a cargo del concejal del Ayuntamiento de Linares, Joaquín Robles, “concejal torero” como el mismo se autodenominó, ya que viene siendo habitual su presencia en cualquier programa taurino acaecido en la ciudad de Linares. Tras su alocución dada la imposibilidad de estar presente D. Ángel del Arco; pasó la palabra a Juan Calleja, Presidente de la Peña Taurina, el cual hizo la presentación del torero invitado, así como la moderación de la tertulia.
La velada dado el carácter de quienes allí nos congregamos tuvo dos vertientes:
A nivel de convivencia, como era de esperar fue de lo más satisfactoria para los aficionados que anualmente nos damos cita en la sede de esta Asociación Taurina donde disfrutamos tanto de los invitados que en ella nos reunimos, como de los socios de la misma, grandes y entendidos aficionados defensores como pocos de una de las suertes más bellas que tiene el toreo y que cada vez se esquilma más por los ruedos de cualquier plaza de toros.
A nivel tertulia, el maestro Juan Mora estuvo como torea, relajado, con una voz pausada y del todo serena; relató lo que ha sido hasta el momento su trayectoria profesional, destacando los aspectos más sobresalientes de la misma. Se confesó un enamorado del toreo artístico así como de los toreros que de esta manera lo interpretan. Esta forma de interpretar el toreo no puede aprenderse, sino que hay que nacer con ella, respetando en todo momento cualquier otra opción de interpretación.
Del maestro Juan Mora me quedo con la sinceridad con la que relató la ayuda que había recibido de su padre, la cual adjetivó de “bendita”; así como el porqué del paseo con las dos orejas en Las Ventas de Madrid acompañado de su hijo de 11 años, una historia con un trasfondo de sentimiento que caló a los allí presentes, ya que en un torero de irregularidad y parones debido a los percances, hizo de él un torero más místico que práctico.
Sobre las peguntas que se le hicieron al maestro Juan Mora, bien es verdad que contestó a todas, pero como he dicho, el maestro no quiso recibir el toro en los medios, más bien tomó la opción de quedarse en el tercio y responder de una manera que no perjudicara a nadie; algo muy respetable si como en realidad se es como se torea. Así y todo, dado el carácter de los que allí nos congregamos, la verdad es que en este sentido quedó en el ambiente la espera de alguna respuesta más contundente del torero.
De todos modos el maestro Juan Mora se encontraba como he dicho en un ambiente con aficionados de un alto nivel, por lo que respetando su opción, no dejó de ser una velada agradable en la que se le aplaudió, destacando por encima de todo, porque ambas partes -torero y aficionado- coincidimos; en la defensa por un toreo de verdad y lleno de pureza.
Con la entrega de un recuerdo que esta Peña Taurina otorga a todos sus invitados y la opinión por parte del mismo que debe dejar reflejada en el “Libro de Oro” de la entidad y que es leída a los presentes, se puso punto final a una tertulia que como siempre ocurre en esta casa, el aficionado no queda indiferente.
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