PRUEBA DE VIDA

PRUEBA DE VIDA
Por Agustín Hervás
Onda Cero Radio

El vigente reglamento taurino andaluz, cuyo responsable máximo ha sido José Antonio Soriano, como director general de espectáculos públicos de la Junta de Andalucía, (1), contempla en su artículo número 3 y en su apartado “i”, la posibilidad de que se organicen:

“Otros espectáculos singulares, históricos, conmemorativos o de exhibición que puedan autorizarse conforme a lo previsto en este Reglamento, previa aprobación de la correspondiente resolución por parte de la Dirección General competente en materia de espectáculos taurinos que recoja sus singularidades.”

El cartel que contemplan más arriba, es un espectáculo singular donde la nota más característica y llamativa es la de que es un “ESPECTACULO SIN SANGRE” y la de los mejores novilleros del momento.
Es evidente que la Delegación del Gobierno no puede impedir que se den estos espectáculos a causa del articulo anterior, pero bien mereciera la pena pararnos un instante a reflexionar sobre el tema pues guarda coherencia con las opiniones que hemos venido manteniendo (1), relativas a la redacción del reglamento y lo que es aún más determinante, el espíritu que recoge el mismo, que no es otro que el de la dulcificación de los criterios cruentos que supuestamente se dan en la fiesta.
Debo advertir aquí que la historia de los reglamentos demuestra que su vigor es solo por una supuesta defensa del toro en evitación de abusos por parte de los artífices de su lidia. En consecuencia es la autoridad la garante del ordenamiento de la lidia y el respeto al toro y por ende el empeño del aficionado en defender la integridad del objeto máximo del espectáculo. Pues bien como se sabe y tengo escrito en este mismo Blog y dicho donde se me ofrece posibilidad, el reglamento andaluz, desde su borrador, entronizaba más las posturas de la torería en contra de las del verdadero eje de la fiesta, y siendo así la cosa y ante las agresiones exteriores, dulcificar la firmeza y contundencia de reglamentos anteriores, para eximir de responsabilidades políticas a las autoridades que nunca fueron capaces de defender la fiesta con criterios puros, éticos y filosóficos. Ya se sabe que algunos criterios culturales pueden hacer aguas si no hay una unidad y equidad entre las partes intervinientes en la fiesta. Cosa que por definición de la misma es prácticamente imposible.
Lo que recoge este cartel con estar dentro de la normativa legal es una puerta abierta a la mansedumbre del espectáculo porque si bien se mira no se anuncian toreros, y se anuncia lo incruento del hecho, que no habrá derramamiento de sangre, cosa por otra parte obvia al ser la lidia de vacas y no de becerros. (Las hembras nunca se sacrifican en publico).
Entendiendo que es un cartel meramente publicitario para los “guiris” que visitan la Costa del Sol y lucrativo para el empresario que lo pega en las paredes, no deja de ser sorprendente pues es la prueba evidente de la dulcificación de la fiesta y una falsa careta con la que se encuentra el que se acerca por vez primera a ella. ¿Se imaginan lo que se están perdiendo los Choperitas en Las Ventas y Canorea en Sevilla?

(1) Ver en este Blog artículos sobre el tema del reglamento andaluz