04 octubre 2007

A PROPOSITO DEL FUNDI, ME ACUERDO DE EL CAMPEÑO

A PROPOSITO DEL FUNDI, ME ACUERDO DE EL CAMPEÑO.
Por Agustín Hervás

Me entero de que El Fundi ha sido operado de una mano pero dice que no se pierde su cita en la feria de otoño. Por otro lado en los comentarios de los últimos artículos publicados, los aficionados que tienen a bien hacerlos, y a tenor de la memoria del publico madrileño y de la temporada que está haciendo este torero, reivindican por un lado su profesionalidad y por otro se advierte de que algunos tenemos memoria. Creo pues conveniente refrescar la historia de aquellos días.

Fue la feria de 1988 y fue la feria de Manili, si, aquel torero pequeño y feo pero bien dotado de la entrepierna que nos asustó más que los toros de Miura que desorejó y más que los del Puerto de San Lorenzo, cuando los del puerto eran considerados de los de las ganaderías duras. ¡Que viene Manili! era lo que se pitaba. Pero en aquella feria también se dio una corrida de toros, en la que Joselito (Pepito Arroyo) confirmaba la alternativa a sus dos amigos de la escuela taurina, José Luis Bote y José Pedro Prados "El Fundi". Ahí el primer encontronazo con sus paisanos de El Fundi. La mayoría de la plaza reclamaba la vuelta al ruedo para el torero a lo que se oponía el siete y a decir verdad algunos del ocho y de la andanada del nueve, y a este torero va y se le ocurre cuando pasa por dicho tendido darle la espalda. Por eso es normal que los aficionados tengamos memoria, memoria histórica. Evidentemente nada dura para siempre y un borrón lo tapa un buen verso. De manera que seguimos a la espera.

Pero con ser esto importante lo que quiero traer hoy a colación en este articulo es que en aquella corrida ocurrió otro hecho que marcó historia en la feria de San Isidro, la cogida y posterior muerte, unos días mas tarde, del tercero de la cuadrilla de Joselito, Antonio González "El Campeño". Aquella tarde una vez más el rito se convirtió en sagrado.

La magia del toreo corroboró su autentica verdad. El sacrificio se consumó potenciando la verdad de este arte. Fue un banderillero al que mató un toro de Antonio Arribas. No las falacias, las calumnias o quizás las verdades las que le quitaron la vida. No. Fue sólo un toro. Tras aquellos días El Campeño fue por delante en el pensamiento de todos los toreros. En los versos de Rafael Herrero Mingorance el banderillero...

" Va detrás, cegado por el oro arracimado;
Tras las pisadas de quien alquila su fracaso...
Va detrás. Hubo un tiempo en que supo ir delante,
Estallándole el sol en los ojos, sin la sombra de nadie.
Con su sangre cosida, helada bajo la plata
- plata lívida en una seda ajada, sin matices -,
soñando todavía por todas las cicatrices,
con el mismo miedo, va detrás. Como si nada..."

El toro cumplió una vez más su tarea. Glorificar al torero. Y el torero con su sangre glorificó una vez más la tauromaquia.

A esta tragedia se unió la de voces hirientes, que si SIDA, que si no. Falacias, mentiras o verdades, lo importante es que un torero, antes de serlo, es un hombre, y al hombre un respeto y al torero, la gloria.
Aquí nos reímos del miedo, ensalzamos el valor, nos recreamos en el arte. Criticamos la duda. Aceptamos la responsabilidad. Temblamos ante la muerte y nos mofamos de ella porque no queremos ir allí. Todo forma parte de este espectáculo: la sangre, las broncas, las bromas, los pitos, los aplausos.
Aquella tarde algunos vieron serruchos en los tendidos, aunque fueran de cartón, aquella tarde fue una tarde rara en una feria rara. Creo recordar que hasta Espartaco cortó una oreja. Quizás por el ambiente que se creó el Fundi obró como obró. Nada que justificara la falta de respeto por una parte del publico, que antes y ahora, en las Ventas, lejos de ofender a ningún torero, (recuerdo ahora a César Jiménez), lo que pretende es que la gloria ante la muerte sea alcanzada con verdad y con honestidad.

8 comentarios:

Anónimo dijo...

Amigos cuanto hechamos en falta a Manila y Cia, de aquella epoca y aquellos aficionados de aquella epoca tambien.
La Trinchera de Pracuellos militaba por aquella epoca en la andanada del 8. Gloriosa epoca, mucho mas ecuanime, guerrera y aficionada que el tendido 7 de hoy.
Nunca olvidaré el desprecio de aquella vuelta al ruedo, de espaldas de El Fundi.
Como no no olvidamos la famosa frase del aprendiz de terrorista y hoy seudo empresario de La Malagueta: "Habia que poner una bomba debajo de la almohadilla de todos los que protestan"
¡Que lastima de torero, El Bote!
Ejemplo vivo de mala suerte.
¿El Campeño no actuaba de sobresaliente, cuando la fatal cogida?
Salud.

Anónimo dijo...

Perdon por el lapso, he confundido a El Campeño con Julian Mata.
Mi amigo aleman de nombre Alzahimer me juega a veces malas pasadas.
Salud

Anónimo dijo...

VIVAN LOS MODESTOS, CON TOROS DE VERDAD. Estos son mis toreros. Los demás unos chuflas que dan pases a borregos. Esto decía Joaquín Vidal:
"No aburren los modestos y sus toros duros; antes al contrario.
Lo que sucede es que apenas queda afición, la mayoría del público
desconoce hasta lo más elemental de la fiesta, impera la vulgaridad,
la frivolidad y el triunfalismo, mientras se ha perdido la capacidad de análisis y el sentido crítico."

Arenero

Anónimo dijo...

En la feria de Málaga de 2004, César Jiménez al que no se le había concedido justamente por parte del presidente Santiago Dueñas la segunda oreja, en su siguiente actuación con el mismo presidente le brindó chuléscamente el toro a Dueñas. Esa chulería debía acabar saliendo el torero o por la puerta grande o por la de la enfermería. Pero dio otro petardo a los que ya nos tiene acostumbrado.

El Fundi, como dice el Coronel de Paracuellos, cometió un grave error de juventud y de torero: faltarle el respeto al público. Pero a diferencia del discípulo de Joselito, este torero por su trayectoria ha demostrado que los errores se pueden corregir con esfuerzo, valor, profesionalidad y madurez personal. La pasada actuación en San Isidro creo que ha sido un ejemplo. Estimo que el perdón por aquella falta grave lo ha pedido en el ruedo con su actitud.Por ello se ha hecho merecedor de la redención de aquel pecado. No así Jiménez cuya trayectoria es descendente y no ha sabido eliminar los defectos de su torero y de su personalidad.Como aficionado de la Malagueta no se ha hecho acreedor a mi perdón.

En la historia del toreo hay muchos casos de encontronazos entre el público y los toreros, que acaban cuando éste obtiene un rotundo triunfo. Espero que esto ocurra en la corrida del domingo. El Fundi y la afición de Madrid se lo merecen.

P.Pastor

Anónimo dijo...

Amigo Pastor, totalmente de acuerdo contigo, yo personalmente he perdonado, pero no he olvidado.
Como no he olvidado, ni perdonado todavia la chuleria del año 2006 del torero ese de la de la "boina", perdón de la montera antigua y las patillas de bandolero y de apellido Padilla.
Salud.

Anónimo dijo...

He conseguido que mi hijo el pequeño se aplique en sus estudios. No, no le he castigado sin cromos de futbol, ni sin ir al burguer, ni sin tele, no. Le he puesto varios vídeos de Padilla y, tate, el niño al libro. Si vuelve a reincidir tomaré una medida más drástica: un largometraje de Jesulín o del Fandi, aunque pensándolo mejor y si le pongo un par de horas del programa "toros para todos" de Canal Sur. Joder, eso no que es mi hijo. Bueno, todo es broma, aunque me lo estoy pensando...

Arenero

Anónimo dijo...

¿Te estás refiriendo a aquélla tarde en la que Manili empezó sobando a un miura, creo que castaño, en Las Ventas hasta meterlo en la canasta para a continuación descararse con él en los medios, muy "espatarrao", y cuajarlo en varias tandas extraordinarias? Aún me acuerdo de aquélla faena, estuvo "enorme", pero le sirvió de poco.
Puntillero

Anónimo dijo...

A Manili no le sirvio de nada ser triunfador en San Isidro. A otros les ha ido mucho mejor, al menos algun tiempo. ¿os acordais del año de Aparicio? Luego no quiso volver a Las Ventas, pero estuvo al menos dos años toreando por por toda España y Amarica. Luego el tiempo le volvio a poner en su sitio. Ya vereos la temporada que viene.
Salud