JEAN BAPTISTE, TORERO!!!

MADRID, OTOÑO. PUERTO DE SAN LORENZO, correctos de presentación. Primero ovacionado al arrastre. Sexto remiendo de Martelilla, impresentable. ABELLAN, oreja protestada y silencio. JUAN BAUTISTA, silencio y dos orejas. Puerta Grande. PERERA, ovación en el lote.

JEAN BAPTISTE, TORERO.
Por Agustín Hervás
Onda Cero Radio

Decir torero es mucho, y en las Ventas más. Hoy un torero francés ha dicho el toreo y ha encantando a la afición madrileña y de toda España... y de Francia, porque esa es una virtud añadida al triunfo de hoy, que quien ha recitado el toreo haya sido uno francés que viene a confirmar la teoría de que lo bueno de la tauromaquia en estos tiempos está con los galos. Plazas, seriedad. Afición, entendida. Lo que se lidia, de lo mejor. Los toreros, torerazos. De momento dos en figura pero desde Nimeño II, hasta ahora hemos tenido que esperar mucho, aunque ha valido la pena. Jean Baptiste ha dado en Madrid una lección de torería, de madurez y de oficio. Ha toreado bajando la mano y ha retenido a un toro mentiroso que se quería ir desde que sintió el poder de la muleta del francés. Ha codilleado y ha hecho una virtud de lo que muchos padres de la patria dicen que es un defecto, pero que lo es cuando el toreo es vulgaridad, cuando es estética resulta el mejor toreo porque se le imprime más profundidad a los muletazos y más belleza. Tiró la espada al final, y a pesar de la reticencia del respetable enjaretó buenos muletazos. Y luego recibió al toro cobrando una estocada corta que bastó. Las dos orejas a ley y dos corridas para el año que viene, que sienta bien este muchacho. Con el perezoso segundo estuvo voluntarioso. Pinchazo y trasera caída.

Visto lo visto y contándome lo que me han contado de Perera (que si no respeta a los críticos, que es muy soberbio, que es muy cabezón, que Cepeda está de adorno, que manda él) tiene Perera que tener gatos en la barriga con lo del triunfo del francés, y él, a pié con dos ovaciones, la primera debió ser una vuelta al ruedo, después de haber firmado su mejor faena al día de hoy en Las Ventas. Al tercero solo le dieron una vara, en el primer encuentro desmontó de latiguillo al picador al pegarle con la cabeza un golpe seco en la pata de hierro. Después de brindar al publico abrió la faena con los pases cambiados más al aire de los que dan los enanitos toreros que los que da Castella pero la cosa por fortuna mejoró cuando consintiéndolo hizo embestir al toro por el pitón derecho en series aguantándolo y quedándose en el sitio para ligarlo, el único pero es que lo vimos poco por el pitón izquierdo. Bien solo en una tanda. Mató de estocada trasera y baja. Con el sexto se puso pesado, tanto que le tocaron un aviso antes de entrar a matar que hizo de otra estocada baja. Templó al remiendo de la Martelilla que llevaba un viaje templado aunque por el izquierdo se rebrincaba. Después por el derecho, ya en las últimas tandas faltó continuidad yéndose pronto de la cara. Le dio por las cercanías que se las protestaba el toro y entonces fue cuando llegó la pesadez.

El cuarto toro fue un toro de triunfo, encastado, debieron haberle tocado las palmas en el arrastre, porque este toro arrastró al ostracismo la carrera de Abellán. Que le faltó un puyazo, cierto. Error por no haberlo visto bien, cuando tenía que haberlo visto. Que atosigaba y reponía pronto, suelen hacerlo los toros bravos. Pero el torero de la Berbeque no podía, se desinflaba, y a veces su torpeza le hacía pasar apuros para irse de la cara del buen toro. ¡Tanta torpeza vi! Que no puede ser, que más bien creo que fue reparo, miedo, porque a este torero se le va el valor por la boca igual que a su padre por la mano. Se empeñó en torear a este toro en el tercio porque sabia que como se lo sacara a los medios se lo comía. Dos pinchazos perdiendo la muleta y uno hondo trasero perdiendo la muleta y aviso. Pero no fue todo porque el toro de la corrida. En realidad el lote de la corrida fue el suyo. El primero, fue un toro importante que se arrancaba de lejos con mucha derechura. El que se torcía era el torero y de ahí los sustos que se pegaba. Alguna cosa buena y otra más enganchada. Siempre el toro por encima del torero. Por el izquierdo dio una tanda buena pero se quedaba corto. Hubiera sido el caso de verlo otra vez pero la moda es que se cuaje el toro por el pitón que embiste para alcanzar más rápido el triunfo. ¡Seguridad que tienen los chavales!! Estocada baja que provoca derrame y oreja de pueblo.

Lorenzo Fraile debe estar de enhorabuena, suya también es la gloria de esta tarde. Su encaste es así. Mansean pero rompen en la muleta y cuando rompen lo hacen con fiereza. Primero bueno, segundo sin recorrido, Tercero rompe a manejable, cuarto encastado y quinto bueno que se raja. El remiendo de Martelilla mal presentado, por delante un buey y por detrás un pollo. En medio había bondad. Me gustó en varas. A la segunda fue con un templado viaje y metiendo la cara a bajo del peto.

¡Aquí paz y allí gloria!