DIARIO DE LA RESISTENCIA. PARACUELLOS. La levedad del ser... en el toreo y en el tinto.

DIARIO DE LA RESISTENCIA. PARACUELLOS.
LA LEVEDAD DEL SER... EN EL TOREO Y EN EL TINTO
Por el resistente de Paracuellos.

La Trinchera de Paracuellos se alegró mucho de recibir al resistente malagueño Pinosol. Una vez efectuados los saludos, se procede a dar cuenta de una botella de vino acompañada por unas tapas de superior calidad como es costumbre en el bar de La Trinchera, conocido como Puerta Grande. Se piden una segunda botella, como medida preventiva.
El Coronel de La Trinchera de Paracuellos, pide un poco de silencio, para proceder a leer el articulo aparecido en el blog Torear, titulado La Trinchera. Al acabar la lectura, se brindó por todos los resistentes, por todos los combatientes de todos los frentes y de todas las trincheras.
Tomó la palabra el resistente Pinosol y quiso recordar a algunos toreros, ya retirados (Manolo Vázquez, Diego Puerta Antonio Bienvenida, etc.), dada la mediocridad generalizada de los actuales toreros, y añadió que estos toreros no eran ni mucho menos sospechosos a la hora de elegir las ganaderías y compañeros de cartel, eligiendo siempre las ganaderías más duras y con los compañeros que fueran las máximas figuras del momento. Apuntó también, que antes los toreros se ganaban los contratos en la plaza y de ahí que tuvieran que ir a tope en todas las actuaciones, no como ahora que antes de comenzar la temporada ya tiene firmados todos los contratos, con lo cual, no hay porque esforzarse.
El resistente Pinosol, apunto también que lo de Núñez del Cuvillo en Madrid, estuvo bien en líneas generales, pero que no nos equivoquemos, que en cualquier otra plaza hubiera traído otros toros y que esta ganadería, para sacar una corrida en Madrid, normalmente se hubieran necesitado ver 20 toros por lo menos; por ejemplo: los toros de Barcelona en la reaparición de Tomas, no hubieran pasado en Madrid.
Por último, apuntó también y ahondando en el tema, que la Ganadería de Mª Carmen Camacho, para lidiar 3 toros en Madrid necesitó traer 18 toros. Esa es la realidad de la cabaña de bravo en España.
Como muestra de la realidad de la cabaña de bravo, se expuso como ejemplo la cogida de Cayetano, donde el toro después de cogerle, se asusta, se cae y se evade de la presa saliendo huido. Se recordó la famosa cogida de Cesar Rincón, donde el torero agarrado a la cuerna intenta zafarse de la cornada y el toro intenta por todos los medios rematar la faena. Espectaculares imágenes aquellas.
Tomó la palabra el Atrincherado Ferroviario, y destacó que la diferencia con los toreros actuales, es que ahora, además de elegir lo más cómodo, también tienen otra forma de entender el toreo y cuando llegan a la plaza vienen ya con la lección aprendida, sabiendo de antemano que van a hacer esa tarde, cuantos pases le van a dar por un lado y por el otro, y si ese día tocan "chicuelitas"; además, están más pendientes en su vida diaria en la elección del modelo a lucir en la calle y del coche, que de la responsabilidad de quedar bien con ellos mismos y con el público. En definitiva que el toreo esta al revés, tanto dentro como fuera de la plaza.
El Atrincherado Linares, sacó a colación, la lástima del torero Cesar Jiménez, en el que el tenía puestas muchas esperanzas y que después de su actuación en Madrid, ha dejado de creer en el.
En este punto, se estableció una encendida polémica, sobre el arte. Mientras que los asistentes, mantenían que el arte le llega a todo el mundo, el Coronel de La Trinchera no estaba de acuerdo y defendía que el arte es subjetivo, es decir: lo que le gusta a unos puede no gustarle a otros, por lo tanto es difícil de definir y establecer con exactitud que es el arte. Zanjada la polémica, sin acuerdo.
Tomó la palabra el Coronel y como no podía ser de otra manera, expuso el asunto de las declaraciones de Tomás en Méjico, sobre Ponce. Después de un arduo debate, sobre si las declaraciones se habían sacado de contexto se concluyó, por unanimidad, que la solución pasa por la propuesta de Javier Villán en El Mundo: "Apuntarse los dos a un mano a mano en Madrid con una ganadería de garantía para los aficionados".
A renglón seguido se estableció la manida polémica sobre si Ponce torea o se adorna. Se concluyó sin fisuras, que: "Ponce lo hace bonito pero no torea". En ese momento se brindó por el Maestro Pacopi.
Finalmente se comentó lo bien que lo están haciendo los vecinos franceses, cuidando mucho más que nosotros los toros y sobre todo a la afición, sin olvidar tener una mención para el co/empresario francés en Málaga, que debe haberse contagiado de las malas costumbres españolas, debido posiblemente al largo tiempo que lleva entre nosotros. Se propone enviar una carta al Ministerio del Interior, para que le envíen de nuevo a Francia, para su reciclaje.
Dada la hora y no habiendo mas vino en la botella, se levantó la sesión y nos fuimos cada uno a nuestra casa, toreando cada uno en su estilo por la calle de Alcalá.