24 octubre 2005

DIARIO DE LA RESISTENCIA

DIARIO DE LA RESISTENCIA
Por Agustín Hervás

A más de su buen vino, queso, jamón y pescaíto frito, El Fogón de Carmen tiene para mí connotaciones entrañables que me recuerdan, no solamente a esos agitadores de mi estómago sino también fuertes sentimientos que atañen a mi corazón por lo de Carmen y a mi gran pasión por estar cerca de la plaza de toros más querida por mí: La Malagueta. Así se llamaron algunos de mis primeros programas de toros en la entonces Rueda de Emisoras Rato.
Desde este fogón convertido hoy en trinchera de la resistencia que ocupan un puñado de hombres preocupados por el futuro de la fiesta en Málaga se abren varios frentes para el combate por la dignidad de la tauromaquia malagueña, hasta hoy pisoteada y vejada por las fuerzas fácticas de la ciudad. Parece mentira que en este día sigamos luchando casi por los mismos motivos que hace 15 años. Algunos cuando iniciamos el camino para la dignidad de la plaza lo hicimos tan a corazón abierto que fuimos cayendo en el camino heridos de diversa consideración, muy pocos seguimos hoy en las trincheras mientras los otros han sido ganados por el poder gobernante, antes revolucionario, ahora conservador.
Si hoy abro este diario de la resistencia no es más que movido por el impulso de la defensa de las creencias en la pureza de la fiesta brava, que compartimos un puñado de hombres libres frente a una prensa mediatizada por el poder político y empalagosa en su discurso vano, pueril y festivo, quizás imantada de la crisis que se padece en los ruedos, y por la que se aleja de las plazas más que acerca, a los públicos debido a la impotencia de transmitir emociones desde los ruedos.
La Junta de Andalucía ha publicado el segundo borrador del reglamento andaluz en el que básicamente no hay diferencias con el que se publicó en primer lugar que ha sido tan criticado por los sectores más puristas del toreo, no sólo por aficionados independientes y afiliados, sino por profesionales de la talla como lo son Miura y Cebada Gago quienes están, "sotovocce", en contra del indulto generalizado aunque a todos los ganaderos les venga bien por la publicidad que se adquiere.
En las mesas de trabajo del reglamento se ha detectado una tensión envainada entre las asociaciones de matadores y de subalternos a pesar de que estos apoyan a aquellos cuando les duele el bolsillo.
En este nuevo reglamento aunque se cuenta con la policía en el palco, en general se desestima su concurso y se potencia a los aficionados que serán amigos de los políticos con poder para quitar y poner presidentes. Por más que se estudia el motivo de echar a la policía de las presidencias es un motivo sólo político, (ahora no se ve bien a la policía en los palcos), no es políticamente correcto. La policía es un cuerpo a la que los políticos han sometido decretazo tras decretazo a sus desafortunados criterios olvidando que este cuerpo fue un pilar básico en la transición española y que técnicamente ha sido y es uno de los mejores garantes de la seguridad ciudadana y defensor de los intereses de los aficionados a la tauromaquia.
Se presumen conflictos de competencias entre los presidentes seglares y los delegados gubernativos que sí van a ser policías y se explica que los callejones son potestad del delegado y no del empresario. La cantidad de gente festiva e irreverente con el espectáculo que son invitados al callejón va en aumento.
Ya que se habla de los presidentes la resistencia se felicita de que no vuelva al palco de la Malagueta al parecer por propia iniciativa, Enrique Moya, primero porque existía una incompatibilidad manifiesta al ser presidente del colegio de veterinarios y ocupar el palco, y esta incompatibilidad se vio el día de feria que recuperó una corrida rechazada por sus compañeros veterinarios a los que a todas luces cruzó la cara. De cualquier forma para un presidente y veterinario que se siente solidario con el fin de las corridas de toros sería un contra Dios que siguiera presidiendo. Sin embargo la preocupación cunde cuando se habla de que Ildefonso del Olmo, el eterno candidato del Partido Andalucista por Málaga a lo que sea, quiere subirse al palco de la plaza de toros de Málaga. La preocupación cunde debido a la poca idoneidad demostrada por el personaje en asuntos taurinos ya que puedo dar fe de su chaqueteo miserable. Pero además más leña al asunto al apuntarse entre los miembros de la resistencia que el presidente de la plaza de toros de Algeciras Paco Ortíz Mejía está nominado para el palco malagueño. No se entiende la nominación y aunque esta no está confirmada se especula con que esta persona sea un infiltrado en la sociedad taurina malagueña por los poderes fácticos de la Junta de Andalucía ya que el señor Ortíz es un defensor del proyecto del reglamento taurino.
Pero el motivo que más enfado provoca en los atrincherados es la renovación en la gestión de la plaza, por un año más, al Marqués de Fuengirola, léase Martín Lorca y el peligro latente de que se la concedan por 10 años más si se hace cargo de las obras de remodelación junto al constructor Vera. No se entiende esta decisión ya que por los problemas ocurridos en la feria, Pendón, presidente de la Diputación y el Marques, casi llegan a las manos. La concesión o prórroga se explica sólo porque el que maneja el cotarro en el PSOE de Málaga es de Ronda y no se llama Cayetano si no Juan Fraile, al que el Marques, según se dice por las esquinas, le ha solucionado problemas económicos personales. ¡Con qué facilidad olvidan algunos políticos que la Diputación es de todos y no solo de Pendón!
Cuando se expuso el agarre del presidente de la Diputación y el empresario a causa de los incidentes del cambio de ganadería que a punto estuvieron de suspender una corrida de toros y de que tres toreros se cayeran del cartel por haberles "robado" los empresarios los toros que ellos iban a torear; Cuando a más para complicar la feria, Casas amenazaba con que Conde no torearía los seis toros si no se metían en los chiqueros algunos de Zalduendo y le pagaba su caché integro; hubo una explosión de sorpresas y risas entre la resistencia porque con pagarle a Conde 35 millones de pesetas por su encerrona y no cumplir las expectativas (solo cortó una oreja en seis toros), el marqués se cogió un cabreo impresionante. Ese fue el día que Javier Conde sacó la muleta blanca. Nadie metió más los dedos en el detalle del color de la muleta salvo que se dijo que la sacó para justificar lo cobrado.
Particularmente hiere a la resistencia el hecho de los corrales de la Malagueta derruidos para hacer un aparcamiento para el barrio del mismo nombre. Pendón se ha pasado por la entrepierna que los corrales como la plaza, también son patrimonio histórico artístico y ahora destruidos ya no tiene remedio, los tendremos de cemento y más pequeños. El ciudadano de Málaga es pasivo se derruyó la Capilla de la Piedad y nadie protestó, se tiraron los corrales y nadie protestó atentando contra el patrimonio publico y protegido. Nos duele la pasividad del pueblo. Por pasividad de la ciudadanía, la historia ha escrito páginas tristes, quizás por ello hoy día tenga más sentido la resistencia.

1 comentario:

jaqueton dijo...

Desde Madrid toda la fuerza para seguir en LA RESISTENCIA
Solo los peces muertos nadan a fabor de la corriente