12 enero 2024

LA FIESTA BRAVA EN EL PERÚ. LA PLAZA DE TOROS DE ACHO (II)

 


La plaza de toros de Acho.

Ángel Parra Gúzmán

A la altura del ruedo existían los llamados "cuartos", cuyas ventanas 
para ver la corrida daban al mismo nivel de la arena, y que por su 
privacidad, según nos relata José Céspedes, se prestaban a alegres 
almuerzos que los criollos aficionados disfrutaban de lo lindo desde 
tempranas horas en estas semiocultas localidades. La historia de estos 
palcos ocultos tiene en la antigua Lima el mismo origen de los palcos 
ocultos que tenía en lo alto nuestro antiguo Teatro Municipal, y las 
celosías de madera de las ventanas y balcones coloniales. Refieren las 
crónicas que ello se debía a los celos de los antiguos limeños a quienes 
no les gustaba que sus esposas fueran observadas cuando a su vez 
miraban lo que sucedía alrededor. 

La fecha oficial de la inauguración fue el 30 de enero de 1766. En el cartel 
inaugural figuraron los espadas "Pisi", "Maestro de España" y 
"Gallipavo" los tres peruanos. Se lidiaron ejemplares procedentes de la 
hacienda Gómez de Cañete, después Unanue. El primer toro lidiado 
aquella tarde se llamó "Albañil". 

Lorenzo Pizi, torero de raza negra, de los que han existido por lo menos 
cuatro excelentes representantes en la historia del toreo peruano fue uno 
de los primeros valores del toreo peruano. Murió el año 1817 después 
durante una corrida en homenaje al Virrey Pezuela.

Medio siglo después se tiene noticia de un excelente matador de toros 
nacional, el maestro Ángel Valdez, también de color negro, quien toma la 
alternativa en Madrid durante la temporada del año 1859 de manos de 
Villaverde. En Lima llegó a torear con Bonarillo. Se hizo famoso por matar 
en Acho al célebre toro "Arabi Pacha" que había sido lidiado varias 
veces.

Durante el siglo pasado fueron famosos en Acho los Capeadores 
Nacionales a Caballo entre los que destacaron Juanita Breña y Casimiro 
Cajapaíco durante el siglo pasado. Entre los años 1960 y 1980 el novillero 
Hugo Bustamante revive con éxito dicha suerte montando al excepcional 
caballo "Relicario".

En el siglo XX surgen Elías Chávez "Arequipeño", Alejandro Arrieta 
"Moyano", Alberto Fernández "Cachucha" y el recordado Carlos 
Sussoni. Además de presentarse en Acho lo hicieron también con éxito 
en España.

La Plaza de Acho fue totalmente remozada 179 años después. El 7 de 
enero de 1945 la Plaza fue reinaugurada. Se había reducido su ruedo a 60 
metros de diámetro -lo que aún sigue resultando bastante grande y a 
menudo incómodo- y se amplió su aforo a catorce mil espectadores. 

Un año después, por iniciativa de los periodistas Manuel Solari Swayne 
y Jorge Félix Espinosa Palacios, con el apoyo del Diario El Comercio, 
periódico decano de Lima de gravitante importancia en el acontecer 
taurino de la ciudad, se inaugura la temporada de Octubre, más conocida 
como "Feria del Señor de los Milagros" en homenaje al santo patrono de 
Lima que anualmente origina durante el mes de octubre procesiones de 
concurrencia multitudinaria con masivas demostraciones de fe religiosa 
durante las que el pueblo limeño vestido con ropas de color morado 
recorre la ciudad de Lima acompañando las andas de plata maciza con la 
efigie del milagroso Cristo.

Durante la temporada de inauguración tomaron parte Manuel Rodríguez 
"Manolete", Alejandro Montani "El Sol del Perú", Domingo Ortega, 
Fermín Espinoza "Armillita" y Luis Procuna, siendo el cartel inaugural de 
la Feria el sábado 12 de octubre de 1946: Manolete, Procuna y Montani 
quienes estoquearon seis toros mexicanos de La Punta. El mexicano Luis 
Procuna conquistó aquella vez, el primer Escapulario de Oro del Señor de 
los Milagros, nuevo trofeo de la Temporada limeña, dándose el caso de 
haber cortado este gran torero mexicano la primera pata que se dio en 
Acho. La segunda y última fue con quistada en 1954 por otro 
extraordinario maestro americano: Cesar Girón de Venezuela. 

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