Mañana comienza la feria de Fallas en Valencia, la primera feria en plazas de primera categoría. El reto que tiene el taurinismo por delante es histórico. Hacer comprender a los incrédulos que crean en esta filosofía, no es tarea fácil. Y no debe serlo ya que los mismos taurinos se han abandonado a su propia suerte. Una vez más será la afición la que se parta el pecho por este negocio. Contra la incredulidad ya parece que no se puede luchar, y mas en una sociedad como la española que se ha vuelto intolerante. Sin embargo los aficionados todavía podemos seguir haciendo cosas por ella, como los amigos que editan esta revista, La Voz de la Afición, donde en este número de octubre pasado nos recuerdan la importancia del toro en la fiesta brava.
Aunque sus análisis se circunscriben a Madrid, he visto bueno recordar, bajo la ignominia de esta foto, y a las puertas de Valencia, que el respeto al toro debe ser la primera trinchera para defendernos contra las agresiones de dentro y de fuera del negocio taurino. Saben ustedes que soy de la opinión que con la verdad conseguiremos el futuro, y el futuro pasa por no mentirnos a nosotros mismos.
¡Que Dios reparta suerte!
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