CASTELLA CORTA TRES Y UN BUEN TORO DE CUVILLO.

VALENCIA. FALLAS 2015. DOMINGO 15 DE MARZO.
Por Agustín Hervás
Onda Cero Radio

Museo Taurino de Córdoba. Foto de Francisco Rodríguez

Al margen de las orejas que se han cortado esta tarde, lo verdaderamente significativo ha sido la tarde de Castella. En ese viaje interior que todos los toreros emprenden en su vida, el torero francés, en este principio de temporada ha conseguido un punto que los espiritualistas llaman Zen, y que se traduce en torear con más verdad. Evitando las ventajas, a veces alguna descolocación, sin destorear. Con el mismo punto de valentía, serena pero no inconsciente, y aprovechando cada embestida que los toros le regalaban. Así en el burraquito, y mejor en el quinto que fue el toro de la tarde por sus embestidas atemperadas, con ritmo y entrega. Abrió la faena Castella con seis pases cambiados sin mover las zapatillas. Marca de la casa. Se encajó bien en los terrenos y le dio su sitio al Cuvillo, templándolo y ligándolo bien. No había alivios y eso en las galopadas del burel es de agradecer, pues eran francas, y no se debía mentir. Hasta se permitió un final estético con cambio de manos, por bajo, y todo muy seguidito. Las estocas a los dos toros buenas, aunque en su primero pinchó pero bien señalado. Una y dos orejas fueron sus premios.

La corrida de Núñez del Cuvillo no ha estado bien presentada. Toros muy terciados, enseñando las puntas, eso sí, pero que no daban la talla para Valencia. Pero sin una protesta del público, terreno abonado para los taurinitos. Que les importa poco que la suerte de varas haya sido toda la tarde un desastre, y que eso del trapío haya quedado en una palabra desusada en nuestro vocabulario. Justos de fuerza también algunos toros. El lote de Castella el mejor. Un  toro bueno para Fandi, el cuarto, y dos buenos para Román.

Este chico debe aprender. Primero a pronunciar. Habla muy enrevesado. Y luego a torear. Porque si se dice que se torea como se es. Ya tiene la frase terminada. Necesita el valenciano templarse en todo y templará su toreo. El tercero que hizo sobrero fue un toro encastado al que no supo como meterle mano. Y al sexto que tenia buenas arrancadas terminó aburriéndolo, y de hacer mal las cosas, el toro protestaba en los finales de muletazos.

Foto del Fandi de archivo. Aqui corriendo hacia atrás.

El Fandi tan vulgar como siempre en banderillas y en las faenas de muleta. Si bien no hubo caso en el primero por invalidez del burel. Se llevó su orejita del cuarto. Aún siendo vulgar, el granadino está rico, y la gente lo quiere. Yo a pesar de Pacopi, también lo quiero, pero no me gusta como torea. En la viña del Señor ha de haber de todo y a los empresarios les hace falta. ¡Bendito Dios!

¡Aquí paz y allí gloria!