PARA RECORDAR: La Unión de Abonados gana a Luciano

Luciano el segundo por la izquierda.

PARA RECORDAR: La Unión de Abonados gana a Luciano

En el año 1998 el listón de la presentación de los toros en la plaza
de Málaga era alarmante, según las estimaciones de la Unión Taurina
de Abonados de esta ciudad mediterránea. Pensaron que el asunto podía
deberse a que los presidentes, nombrados por el ínclito delegado de
gobernación socialista, Luciano Alonso, contradecían los dictámenes
veterinarios, aprobando toros rechazados por los equipos de
reconocimiento de las reses. La Unión pidió a Luciano Alonso las
actas veterinarias en función de confirmar las sospechas y el
ínclito, las denegó, impidiendo con ello un derecho dimanente de la
Ley Taurina, que beneficia al consumidor del espectáculo y que
demostraría una actuación contraría a los intereses de la fiesta de
los toros.
La Unión recurrió a la justicia, y como no podía ser menos, esta les
ha dado la razón y requiere a la Administración para que los
documentos les sean facilitados y estos en consecuencia se hagan
públicos.
Aunque puede ser recurrida la sentencia esto ya constituye un triunfo
para los derechos de los aficionados.
Hay que recordar que la justicia de Málaga, España, es pionera en
sentencias favorables al aficionado, ya que fue en esta provincia
española dónde se descubrió el caso de fraude por el que se
falsificaron actas de nacimiento de novillos para lidiarse como toros
por el ganadero José Luis Pereda, que fue encarcelado.