
Se verá que el toro no es gran cosa y por ello los veterinarios lo rechazaron, y como no hay nada nuevo bajo el sol, el ganadero, el Conde de Santa Coloma, amenazó con retirar toda la corrida y como es normal en estos casos de presión cuando la autoridad no ejerce de autoridad, la corrida se dio con los toros anunciados y con esta pulguita, que al parecer picó mucho.
Parecidos ejemplos utilizan habitualmente los taurinos para desprestigiar a los equipos veterinarios y presidenciales y les sirve de argumento para reivindicar su autoregulación en la fiesta, y por su puesto la autoridad exclusiva sobre ella.
Aunque el termino de trapío haya desaparecido de ciertos reglamentos taurinos, el criterio y el concepto sobre el, siempre existirá entre los amantes a la fiesta brava y al toro, y es condición indispensable para el respeto al espectador de las diferentes plazas de toros, que la presentación de los ejemplares sea digna para cada plaza según su categoría y el encaste del animal. Para comparar este toro nos falta otra foto del resto de los que se lidiaron ese día. Pero sea como fuere a mí se me antoja una pulga para Madrid, aunque esta picara mucho y le dieran la vuelta al ruedo.
Madrid ha cambiado bastante desde aquellos primeros años del pasado siglo, por ejemplo el publico, menos aficionado y más verbenero, pero respecto al toro, de vez en cuando se equivocan y sale con trapío y limpieza en los pitones... siempre querida y sufrida afición nos quedará Madrid... si los políticos la respetan.
No hay comentarios:
Publicar un comentario