22 julio 2005

ALEGACION PRIMERA

ALEGACION PRIMERA
Por Agustín Hervás

El borrador del nuevo reglamento taurino andaluz, al que sólo podría ponerle remedio la dudosa cordura de los políticos, entrará en vigor la próxima temporada y ahora es la hora de que, sus más acérrimos defensores que lo son la Consejera de Gobernación Evangelina Naranjo y José Antonio Soriano Director General de Espectáculos Públicos, lo pregonen y lo defiendan arropados por una cantidad ingente de mamamelones a veces agrupados en colegios, pagando justos por pecadores, como ocurre con los aparejadores malagueños que para sus fastos feriales la han incluido como pregonera con la connivente coletilla, seguramente aportada por un aparejador que tiene ínfulas de violinista en el tejado y que reza: el pregón de la feria... que correrá a cargo de... Evangelina Naranjo Márquez... Su labor en defensa de la fiesta de los toros, dando impulso a la redacción de un nuevo Reglamento Taurino para Andalucía, que incluye la Plaza... de La Malagueta como de primera categoría, justifica nuestro homenaje e invitación a colaborar con la Feria... como pregonera de la misma, lo cual nos honra.
Me rebelo contra este peloteo misterioso que solo puede obedecer a la consigna, quizás dictada por Europa, de acabar con la fiesta de los toros hiriendo el corazón de la fiesta, es decir el toro bravo, en la tierra precisamente más taurina por torerista que es Andalucía.
La experiencia adquirida en la aplicación del actual reglamento de ámbito nacional no es estimable para que se redacte otro porque en realidad no se ha cumplido con el rigor que se merecía en alguno de sus artículos, por ejemplo en el de los indultos en plazas de tercera de toros y de novillos.
Los argumentos de regular más de acuerdo con la realidad actual, evolución social y peculiaridades de la sociedad andaluza son argumentos ambiguos que pretenden delimitar y estacionar el carácter de lo andaluz, cayendo en errores históricos, para que sirva de justificación a las nuevas normas pretendidas. La realidad actual andaluza es consecuente con la perdida generalizada de los valores íntegros del ser humano y que la norma justifica en su articulado mirando más a la sensiblería europea que a la tradición y cultura andaluza escudándose en la base de una evolución social que aunque no se especifica en el preámbulo se entiende que es hacia el ocio y el divertimento anárquico de las masas que en Andalucía por sus costumbres son más folclóricas y menos serias que en otros lugares de España.
Justificar el reglamento andaluz distinto del vasco por las peculiares costumbres no deja de ser un eslabón más en el incremento de las diferencias raciales y culturales españolas, que aún reconociéndolas, no aumentan la diversidad cultural del territorio español sino que ayudan a aumentar la división que ya hoy existe en el, y para lo cual sirve la alusión en el preámbulo a una moción que instó al Consejo de Gobierno a la aprobación de un nuevo reglamento bajo una óptica, se entiende que andaluza, que según parece no es, aún ateniéndose a la ley taurina, la óptica de la nación y mucho menos la óptica de otras autonomías.
Es cierto que hay aportaciones muy buenas en el proyecto, como el registro de empresas, pero no lo es menos que de su conjunto subyace la idea de una división con respecto a lo ya legislado y que más que beneficiar a la fiesta, beneficia nuestra imagen en Europa y perjudica los intereses máximos de la misma que deberían ser por este orden, los del toro como animal único en su especie y los del aficionado que ve día tras día, con la connivencia de quienes deberían ser sus protectores, que la fiesta brava cae en manos de los que históricamente no supieron estar a la altura de quienes mantienen este negocio.
Los taurinos sobre la base de defender sus intereses siempre han pretendido la autogestión de la fiesta y parece que la norma aquí proyectada les da la razón, sin embargo el periodo que se abre para alegar a los artículos del proyecto nos permite tocar las conciencias de los verdaderos aficionados y advertir de los posibles errores que con la aprobación de algunos artículos pudieran cometerse y que perjudicarían a la integridad del toro bravo a la vergüenza torera y al publico que paga caro un espectáculo a veces falso en su esencia. De ahí la necesidad de la norma que al aficionado defienda en pos de unas garantías mínimas del espectáculo.

1 comentario:

agustin hervas dijo...

Amigo Bejarano, ¿que es de tu vida?. Espero que todo te vaya bien, un abrazo.