El mes de agosto de 1993, fue durísimo para José Luis Fernández Torres. Esto escribía el dueño de la revista Aplausos, Salvador Pascual, el 23 de agosto.
LA PLAZA DE MÁLAGA CONVERTIDA EN UN CAMPO DE CONCENTRACIÓN
La diferencia entre los campos de concentración nazis de la segunda guerra mundial y la actual plaza de Málaga estriba en que en aquellos se mataban las personas mientras que en La Malagueta no sucede lo mismo. Por lo demás, la semejanza es muy grande. En los campos de concentración el control policial era férreo y constante, las amenazas eran continuas y las sanciones y castigos se sucedían. Además los guardianes y miembros de las SS podían cometer toda clase de desmanes sin que fueran sancionados.
En la plaza de Málaga los policías pueden cometer toda clase de desmanes infringiendo el reglamento taurino (falsificación de los pesos de los novillos) sin que sean sancionados.
En la feria de Málaga que acaba de finalizar los mulilleros estaban amenazados con una sanción de trescientas mil pesetas si tardaban en arrastrar a los toros. También estaba amenazado de sanción el servidor de banderillas si se las daba a los banderilleros antes que los picadores abandonaran el ruedo.
El reglamento sólo obliga a cuatro, los picadores, que hagan el paseíllo en plazas de segunda, como es Málaga, sin embargo han obligado a los seis a hacer el paseíllo.
En el callejón los mozos de espadas se encontraban vigilados. A José Mari Manzanares y César Rincón les dijeron que se retiraran hacia atrás porque tenían apoyados los brazos en las tablas.
Matías Prats y Joaquín Gordillo retransmitieron desde el callejón las distintas corridas de la feria para unas emisoras radiofónicas. Los dos son muy conocidos, sabían de sobra quienes eran, sin embargo un minuto antes de iniciarse el quinto festejo y cuando iniciaban la retransmisión se personó ante ellos un ayudante del Delegado de la Autoridad pidiéndoles el pase de callejón, y tuvieron que posponer por unos instantes la retransmisión y mostrárselos. Una cosa así solo se pudo hacer para molestar: El picador de la cuadrilla de César Rincón, Antonio Pinilla fue amenazado con ser detenido por picar -supuestamente- infringiendo el reglamento y negarse a dar su filiación aunque luego no se atrevieron a sancionarlo. Un monosabio ha sido sancionado por no estar situado donde dicen le correspondía. En la corrida del sábado. Enrique Ponce pidió torear en primer y cuarto lugar por tener que actuar ese mismo día por la noche en El Puerto de Santa María y no le dieron permiso.
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Y el jefe del «campo de concentración» es el inspector jefe de policía José Luis Fernández Torres. Es el presidente falsificador de los pesos de los novillos. Ante la sorpresa general tres días antes de comenzar la feria, el Gobernador Civil de Málaga ordenó que este señor presidiera cuatro festejos (días 16, 17, 19 y 21). Otros cuatro fueron presididos por el Comisario Ruiz de Toledo...


1 comentario:
Aún vive el HP nazi del Pascual. Jamás leí nada de esta revista por recomendación de un taurino amigo valenciano. No me dijo nada bueno de la publicación y se retrata perfectamente en este comentario...
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