DE APLAUSOS
COLOQUIOS DE UTYAC
Carlos Grasa. martes 18 de febrero de 2025
Este lunes se cerraba el ciclo invernal de los coloquios de la Unión de Taurinos y Aficionados de Cataluña (UTYAC), y volvió a ser un éxito. Por continente y por contenido. En esta ocasión era el cineasta Albert Serra quien se asomaba a la afición taurina catalana para hablar de su nueva película documental: Tardes de Soledad. Fue el tercer “No hay billetes” del ciclo, con el salón del Hotel Oriente de Barcelona lleno. Lo que de primeras arrancó como un coloquio sobre la película y sus avatares, terminó tornando en una oda a la esencia de la tauromaquia, a una defensa flagrante de la fiesta de los toros y su verdad más absoluta, que no hay vida sin muerte.
Sobre el escenario, escoltaron al director de cine los periodistas Joaquín Luna y Paco March, quienes condujeron el acto y escucharon, como dos oyentes más, el encandilador discurso de Serra, que fue, quizá, de las mejores defensas de la tauromaquia que se han escuchado en los últimos tiempos. Serra arrancó hablando del protagonista del documental, Roca Rey, y sobre su elección como protagonista del film, “tiene una gran puesta en escena”, dijo, y añadió que “todo en Roca Rey tiene un sentido de ritual, eso lo hace distinto al resto”. A lo largo de la casi hora y media de coloquio, al que se podría decir que incluso le faltó tiempo, fue preguntado sobre diversos temas, por ejemplo lo que más le ha sorprendido de la película, “el compromiso del torero con la profesión”, contestó. “La obsesión del montaje de la película es que hubiera un equilibrio entre todos los factores de este mundo”, comentó Serra, y sobre el resultado final y los dilemas que han provocado entre aficionados y protagonistas del mismo añadió: “Yo garantizo que haré una película. ¿En qué sentido? No lo sé”.
Hacer una película de toros en los tiempos que corren no es tarea sencilla, pero precisamente Serra no es de los que nadan a favor de la corriente, el catalán es un verso libre, en todos los sentidos. “A mí me fascina la motivación. El por qué lo hacen. La gente cuando se juega la vida es por algo importante”, comentó sobre lo que hacen los toreros. Sobre el montaje de la película afirmó que “creo que nadie en el mundo ha tenido tantas imágenes, con tanto detalle y con tanta calidad sobre la tauromaquia como las que hemos tenido el montador y yo”. No se quiso desvelar las tomas más impactantes, para ello tendrán que esperar hasta primeros de marzo cuando ya esté en cines, pero si dijo cuál es una de las secuencias más potentes de la película para él: “Hay un plano acojonante. En Sevilla, cuando Viruta espera la salida de Roca Rey de la plaza y le mira con una cara que va más allá de la admiración”.
Tras detallar ciertos entresijos de la película, Serra, con una comodidad categórica sobre el escenario y por el devenir de la charla, dejó para el recuerdo un discurso valiente y necesario. Fue preguntado por la necesidad de incluir la sangre en la película, y el catalán no titubeó en sus respuestas: “Si no estuviera la muerte del toro, la tauromaquia sería como el Circo del Sol”. Un frase que despertó un run run en los asistentes, que comentaban entre ellos lo que acababan de escuchar. “La tauromaquia es grande porque no hay atajos. Si le quitas el factor de la sangre no tiene sentido”, afirmó rotundo. “A la gente le sorprenden los rituales sacrificiales cuando son del tercer mundo, cuando lo ven al lado de casa ya no les gusta tanto”, añadió. Un claro ejemplo de esto es el descarte de imágenes que para Serra no narraban la verdad del espectáculo, poseen centenares de tomas: “Descartamos unas imágenes rodadas de noche, en el campo, con toreros jóvenes… eran chulísimas, pero les faltaba una cosa, la sangre. Quedaba naif”. No cesó ahí su defensa de la fiesta taurina, “la película te da una imagen de una gran seriedad y profundidad de lo que hacen los toreros, de que esto es algo serio”, afirmó el cineasta.
El tema de la violencia en el film fue recurrente en el coloquio, y Serra no tuvo reparo en decir lo que pensaba: “Muchos taurinos que se acomplejan con la sangre es porque han interiorizado el discurso de los antis”. Y para cerrar, tuvo palabras de elogio para su obra, “una película tan compacta y enseñando lo que es la tauromaquia no se había hecho nunca”. “La película es honesta. No te vende nada que no sea verdad”, apostilló.
Tomando la palabra del director de cine de Banyoles, no sería honesto omitir un detalle significante, el coloquio fue íntegro en catalán, mal que les pese a muchos. Durante hora y media, en pleno corazón de Barcelona, un catalán habló de toros en catalán. Ahí queda eso. Sea como fuere, el de este lunes fue un acto que los aficionados presentes recordarán por mucho tiempo. Además, fue curioso ver rostros poco habituales en los actos taurinos de la ciudad, a la llamada de Serra acudió gente de lo más diversa. Ojalá Tardes de Soledad sea el toque de atención para que se acerquen a este fascinante mundo de los toros quienes tengan, todavía, el infortunio de no conocerlo.
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