12 septiembre 2010

EMOCION EN EL RUEDO

EMOCIÓN EN EL RUEDO
Por Agustín Hervás
Onda Cero Radio
No suelo asistir a todas las novilladas sin caballos que se dan en Marbella, pues en la vorágine de la temporada hay fines de semana que los dedico exclusivamente a mi otra afición que es la de montar a caballo. Pero Juan Cintrano, amigo y mozo de espadas en el programa de toros que hago en la radio de Marbella, me advirtió que en esta novillada había un torero que aunque cambiado de nombre ya era veterano pero sin torear. El Gastoreño se ha anunciado para esta novillada Pedro Alberto, que es su nombre. Pedro ronda los treinta años, si no los ha alcanzado ya, y no ha visto un pitón desde que debutó con caballos. Ahora Pepe Luis Román, el empresario de la plaza de Marbella le daba esta oportunidad y como es natural no se lo pensó. En verdad la cosa no está para renunciar a oportunidades echando mano de la dignidad de estar un peldaño más arriba en el escalafón. La otra excusa para ir a ver esta novillada eran los novillos de El Rodeo que son de la tierra, de San Pedro Alcántara.
Les voy a decir una cosa, llevo un manojo bastante grande de festejos vistos esta temporada, pues desde Vistalegre en enero hasta la ultima corrida de la feria de Almería... y lo que te rondaré morena, y no había pasado una tarde tan emocionante como esta, después de algunos destellos de Morante, después de la elegancia de Manzanares, y después de el rotundo Julián, quien me ha emocionado de verdad ha sido Pedro Alberto "El Gastoreño". El cartel lo componía él y un chaval de Jerez que venía acompañado de el padre de Juan José Padilla, que se llama José Monje. Un novillo eral de Los Palacios, propiedad de el empresario de la plaza, y tres de El Rodeo de Manuel Martín Gavira. El de el empresario se corrió en tercer lugar, chico, más abecerrado saltó al callejón pero se dejó pegar muletazos. Los de El Rodeo, novillos bien hechos, grandes, hermosos, bien criados y buenos, nobles los tres pero con matices. El primero, nº 12 el más grande un tanto bronco pero con un pitón derecho bueno y con fijeza. El segundo, el nº 11 más bajo, mejor hecho, salta al callejón pero en la muleta se emplea, se viene de lejos, es pronto, y por el pitón izquierdo iba largo y con bondad. Por el derecho no era malo pero hubiera necesitado otra muleta más firme. El que cerraba plaza, mas feo de hechuras y de cornamenta, fue noble y según avanzaba la lidia el novillo iba a más, con un pitón izquierdo bueno. En general los cuatro novillos han dado juego y han proporcionado espectáculo emocionante, sobre todo los de El Rodeo que por sus hechuras y buen cuajo hubo que estar firme con ellos. Pero además de lo emocionante de los novillos, lo emocionante de ver un torero que se arrima. No para llenarse la taleguilla de sangre y vender el bulo, no, sino para torear echando la "pata palante", cargando la suerte, cruzándose y haciendo el toreo, con los defectos propios del que no torea, como no haya visto yo aún en esta temporada. Pedro Alberto "El Gastoreño" tiene una afición desmedida, no pasa un día sin coger los trastos y ponerse a torear las embestidas del levante o del poniente. No se aburre, porfía y a pesar de su edad, sueña en el futuro, como una realidad próxima. Pedro no habrá visto un pitón desde que debutó con caballos, pero tiene el toreo metido en la cabeza. Puro, rondeño, si es que aceptamos la escuela rondeña como definición del toreo eterno, y por consiguiente tiene las claves, y es lo que más me ha cautivado esta tarde, para volver a los cánones de la verdad del toreo, entre este mar de toreros perfileros zafios y mentirosos. Habría que seguir viendo a este torero, habría que darle más oportunidades, pues nos podría decir muchas cosas y entre ellas, nos podría decir, para los que no lo sepan y los que la hayan olvidado, qué es la emoción en una tarde de toros. Mató al primero de un pinchazo hondo y cortó una oreja. Y al tercero que recibió una pésima lidia y que lo brindó a la esposa del ganadero, una estocada trasera y cortó otra oreja.
José Monje no entendió al buen segundo, se le vio poco toreado, recetó una estocada muy tendida y atravesada y dio una vuelta al ruedo. Con el cuarto estuvo más dispuesto y con más ganas, algunos muletazos al natural fueron buenos, estocada tendida y oreja.
El señor presidente, Manuel Ávila, correcto.
¡Aquí paz y allí gloria!

2 comentarios:

Anónimo dijo...

Muchísimas gracias por su crónica de Marbella.

M.A.

Anónimo dijo...

Bien escrito,yo fui a la novillada y me alegro de ver a Pedro Alberto sacado anque no se si hubiera cortado trofeos suficientes.Fuera de la plaza tomo foto con el y desde esa dia he estado ententando buscar a los dos en carteles y me parece que Jose Monje valla bastante bien,acaba de torear en El Puerto,un salud
o a ellos y a todos aficionados.Morgan