Ventura, sobre varios aspectos del rejoneo: ‘No puede sumar como festejo el que mata un becerro en un pueblo igual que el que mata dos toros en Madrid’
Diego Ventura se adentra en dos aspectos importantes para el mundo del rejoneo: La edad de los animales que se lidian en algunos festejos de rejones y la situación del toreo a caballo en pueblos
‘En 1998 empecé a torear y en aquellos años en 1999, 2000, 2001 había muchos más festejos de rejones. En aquella época, recuerdo que, en 1998 sólo en las provincias de Valladolid y Palencia, yo toreé 40 festejos de rejones, festejo donde matábamos utreros o erales y lo hacía con las primeras figuras del momento como Bohórquez o Moura, explica el sevillano.
‘En comparación, corridas de toros se dan las mismas. Lo que se han reducido han sido festejos en los pueblos en zonas de la España más profunda, tanto de corridas como de rejones. Montar una corrida, una de rejones o una novillada en esos pueblos cuesta mucho dinero y en muchos de esos pueblos lo han cambiado por dar un espectáculo de recortadores, que es más económico. Yo creo que las corridas de rejones con toros de cuatro años se siguen dando las mismas que siempre e incluso creo que más. Lo que se han dejado de dar son aquellos festejos de dos erales para un rejoneador‘, explica Diego Ventura.
Otro aspecto a tener en consideración son la edad de los toros y lidiar erales o novillos en festejos donde actúan rejoneadores de alternativa: ‘Pablo Hermoso de Mendoza y Andy Cartagena fueron los primeros en hacerse respetar matando solo toros en sus festejos, como lo hago yo también desde hace muchísimos años. No soy partidario de matar utreros y erales siendo rejoneador de alternativa, hay que darse a respetar. Respeto a los que lo hagan, pero eso debería modificarse en el reglamento’.
‘No puede sumar igual el que mata un becerro delante de una novillada que el que mata dos toros en Madrid. No es justo para los profesionales y eso es engañar a la afición. Nos tenemos que respetar todos. Hace unos años tuve una reunión para modificarlo en el reglamento andaluz y me pidieron el respaldo de cinco compañeros, no lo encontré porque todos decían que les venía muy bien matar novilladas. No puede ser eso hay que cambiarlo’, explica Diego Ventura.