En un acto en el Palacio de San Telmo, sede de la Presidencia de la Junta de Andalucía, y presidido por el jefe del Ejecutivo regional, Juanma Moreno, el diestro de Córdoba no renunció a tomar el micrófono para cantar una copla de su autoría que evocaba sus orígenes como maletilla en la España de finales de los años 50 del pasado siglo XX.
“Aquí estamos todos metidos, defendiendo lo que tenemos que defender; no podemos hacerle caso a nadie que venga a contarnos historias y pegoletes; esto es muy serio, es nuestro pan…” espetó tras recibir el reconocimiento de manos del Juanma Moreno.
Pero el acto, amenizado por los músicos de la Fundación Barenboim y conducido por la periodista Noelia López, se había iniciado con la entrega de una mención especial a la Unión de Criadores de Toros de Lidia en el 120 aniversario de su fundación.
Su presidente, el ganadero Antonio Bañuelos, agradeció el reconocimiento –que entregó el consejero Antonio Sanz- hablando y defendiendo un toro “fuera del ruedo, un toro verde al que hay que dar la importancia que tiene en su hábitat, en su aportación al ecosistema y a la biosfera”.
Juan del Val, Premio Puerta Grande
Siguió la entrega del trofeo Veragua a la ganadería de Juan Pedro Domecq. Juan Pedro Domecq Morenés, cuarta generación al frente de la emblemática vacada, habló de la vida ganadera como “sacrificio, humildad y apego a la tierra”.

Defendió a los ganaderos de bravo como “los verdaderos sostenedores de la dehesa, de la España regional, de la España vaciada que muchos sólo defienden de boquilla y de una cultura y una riqueza genética ancestral”.
El Premio Puerta Grande, destinado a subrayar la labor de aquellas personas o entidades señaladas por la divulgación de la fiesta, había recaído en el comunicador Juan del Val que renovó su compromiso taurino y culminó su intervención señalando que la tauromaquia era una afición que le había convertido “en mejor persona y en más feliz”.
La lista de premios incluía un nuevo reconocimiento, el premio Hemingway a la divulgación artística de la fiesta, a la película ‘Tardes de soledad’ del cineasta catalán Albert Serra que aludió a la “generosidad extrema” de Roca Rey, protagonista de esa cinta que ya se exhibe en los cines españoles y que este mismo miércoles se presentaba en las pantallas francesas.
“Esta película no existiría sin él” señaló el realizador explicando que había querido “hacer un retrato riguroso, rico, complejo, verdadero y trascendente” del fenómeno taurino señalando que el “si hay algo de crueldad o crudeza es porque la trascendencia de todo el espectáculo lo requiere como ritual y a partir de ahí hay que entenderlo todo”.
La Feria de Abril
La interpretación del pasodoble ‘Amparito Roca’ por parte de los alumnos de la Fundación Barenboim dio paso a la entrega de la otra mitad del premio Hemingway al diestro Andrés Roca Rey, protagonista de la cinta de Albert Serra, que armó su discurso sintiéndose “representante de millones de personas que sienten la tauromaquia como parte de su identidad, de su cultura y de su libertad”.

El diestro peruano habló de Andalucía como “inspiración” del toreo y aprovechó para lanzar un mensaje preciso: “la tauromaquia forma parte del alma de nuestra cultura y está más viva que nunca; no se impone, se elige y mientras haya quien la sienta habrá emoción; mientras haya quien la viva, habrá futuro”.
En su intervención, Juanma Moreno aprovechó para anunciar la aprobación, en la tarde de este mismo miércoles, del nuevo Reglamento Taurino de Andalucía que ya estará en vigor para regir la próxima Feria de Abril.
“Queremos apoyar e impulsar aún más este legado histórico irrenunciable del que nos sentimos profundamente orgullosos” señaló el presidente de la Junta hablando de la labor de “esos grandes nombres que sostienen el universo taurino en todos y cada uno de los ámbitos”. EFE
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