13 octubre 2025

MORANTE DE LA PUEBLA SE CORTA LA COLETA EN LAS VENTAS, LA MISMA PLAZA EN LA QUE COMENZÓ SU ENFERMEDAD MENTAL.

 


Estuve viendo la corrida por Telemadrid y tuve la misma sensación que cuando un toro lo cogió en Marbella este verano, que al final lo mataría un toro, porque todos sabemos que Morante es valiente, pero a mí me dio la sensación de que iba un poco más por encima del valor... al día siguiente de lo de Marbella discutió con Roca Rey en El Puerto, y al día siguiente un toro, esta vez sí, lo hirió en Pontevedra... ayer me pareció que atropellaba la razón y cuando lo cogió el cuarto toro y se quedó pálido, boca arriba sin poder moverse, me asusté, y pensé, ya está... luego se repuso, más o menos y siguió toreando, pero la faena no fue redonda, ni enjuta, un muletazo por aquí y otro por allí pero, nada, lo que pasa es que el público está loco con él, y esa pasión es de agradecer en los tiempos que corre la tauromaquia. La estocada, por la que le dieron las dos orejas, de parte de un presidente que también se retiraba, fue de libro. Y la verdad, me sorprendió que se cortara la coleta, de lo que me alegro por la persona, aunque no por el toreo... no olvidemos que Morante es un enfermo mental. 

Si les soy sincero lo que la naturaleza le negaba al hombre, a su vez, se lo daba al toreo, porque a partir de ese momento, y cuando volvió a los ruedos, Morante fue otro torero, distinto en su concepto, distinto en su pedagogía, diferente en su tauromaquia, la que nos ha regalado durante todos estos años. Tauromaquia que le ha llegado a las generaciones jóvenes y que a los mayores nos ha supuesto un recuerdo de lo que fue este gran arte de Cúchares. Ahora ya está puesta la escuela. A ver si empiezan a salir los discípulos.

Por otra parte, en lo significativo de los actos, diré que se ha cortado la coleta en la misma plaza que le provocó la enfermedad que padece. 

Morante no lloraba ayer su triunfo en las Ventas, ni el anterior de la Beneficencia, ni el de la extraordinaria temporada que ha llevado a cabo. Morante lloraba ayer el triunfo de haber vencido, que no derrotado, a la enfermedad que le provocó esta misma plaza, en esta misma plaza. 

En el año 2004 se encerró con seis toros de diferentes ganaderías, corrida que yo presencié en directo, y fracasó... esa misma noche se retiró del toreo y se puso a disposición médica porque no pudo superar aquello. Al menos hoy, sabemos que está superado, porque Morante ha vivido en torero para poder superarlo, y ese, mentalmente, es su gran triunfo. 

Enhorabuena torero!!!

Aquí le dejo la crónica de EFE, donde empezó todo, hasta ayer.


MADRID | NI UNA SOLA VUELTA AL RUEDO
'Morante' mata seis toros con más pena que gloria en Las Ventas

EFE

  A D E M Á S ...
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MADRID.- Corrida de expectación, en Las Ventas, con seis toros para Morante en solitario, en ambiente de ilusionante espera por parte de un público que a pesar del pobre balance artístico, ni una sola vuelta al ruedo, nunca se tornó en decepción.

Ficha del festejo

Toros de diferentes ganaderías, por orden de salida: Astolfi, inválido total; Domingo Hernández, que embistió por el derecho pero sin terminar de "romper"; "Alcurrucén", bastote y vacío; Hermanos Lozano, (sobrero, sustituto de uno de Gavira), con escaso fuelle; Martín Arranz, noblón pero muy escaso de lo fundamental; y Núñez del Cuvillo, incómodo.

El balance de José Antonio "Morante de la Puebla" fue el siguiente: estocada que asoma (silencio); pinchazo, estocada y siete descabellos (palmas tras un aviso); pinchazo, estocada casi entera y ocho descabellos (silencio); tres pinchazos y estocada (palmas tras un aviso); estocada y descabello (silencio); y pinchazo y estocada (silencio).

La plaza prácticamente se llenó en tarde entoldada y de viento frío, con amenaza de lluvia a partir del quinto toro.

Fallaron los toros y el ánimo del torero

No fue lo que se esperaba. Porque todo estaba preparado para un gran acontecimiento. La disposición del público se hizo presente enseguida, obligando al torero a desmonterarse a mitad del paseíllo. Una ovación que se prolongó hasta momentos antes de salir el primer toro. El torero debió sentirse muy arropado al salir al tercio a recoger los aplausos. Luego, lo que son las cosas, vendría a ser la ovación más grande de la tarde.

Fallaron los toros, pero falló también el ánimo del torero, que sin estar mal tampoco se decidió a dar el paso hacia adelante. Hubo muchas circunstancias para justificar al hombre, pero ninguna lo suficientemente válida. Sin duda que fue un error no devolver el toro de Astolfi que abrió plaza, manifiestamente inválido, con un resignado "Morante" que abrevió sin más.

El segundo, de Domingo Hernández, aunque se desplazó por el pitón derecho, no tuvo carrete suficiente. "Morante" le pegó pases por ese lado, hubo incluso alguna serie ligada, pero en conjunto la cosa no resultó.

Con el tercero, un toro feo de hechuras, ensillado y barrigón, ni quiso el animal, ni se puso el torero. El de Gavira fue para atrás por la impaciencia del público y del "palco" que no supieron esperar, lidiándose en su lugar un sobrero de Lozano Hermanos que fue tan templado como soso. 'Morante' se gustó en el toreo por la derecha, llevándole muy despacio y muy bonito. Aunque faltó continuidad y sobró también un inoportuno desarme.

En el quinto 'Morante' regaló dos pinceladas al natural antes de aburrirse por la escasa colaboración del toro.

El sexto, pegajoso, amagó por los dos pitones. El hombre hizo el esfuerzo, pero fueron solo apariencias.

Al final, lógicamente, decepción en el tendido. Hubo unas pocas almohadillas prueba del descontento por el resultado final. Pero aun así la nota alta de la tarde fue para el público, que llenó la plaza y nunca se desesperó. De hecho los pocos pitos en contra a la salida se ahogaron pronto con los aplausos por mayoría.

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