Programa Plaza de Toros en Onda Cero Málaga del día 16-7-1991.
Sobre la corrida de Málaga el 14-7-1991. Sánchez Arjona, Curro Romero, Julio Aparicio.
José Luis.. Estoy absolutamente de acuerdo con el análisis que ha hecho (mí análisis) de la corrida, en todos los términos.
En cuanto a la presentación de los toros, evidentemente, primero, segundo y quinto. Mal presentados. Los otros tres suficientemente presentados... y desmontar una teoría, que no el toro pequeño, de pocos kilos anda mal o embiste mejor, porque resulta que los que mejor embistieron fueron los de 500 y 529, el de 437 y 439, ni anduvieron, ni sirvieron, ni valían.
Luego otra teoría más de los taurinos desmontada.
El toro tiene que estar con sus kilos, ni más ni menos. Se demostró el domingo en la Malagueta. El toro con 523 kilos, sexto. Último de la tarde, toro extraordinario, desaprovechado desgraciadamente por el torero que le tocó en suerte.
Con respecto al cabreo. Efectivamente muy cabreado, porque allí estábamos en una verbena. Desgraciadamente yo creía que ya había pasado el tiempo de la verbena y que el público de Málaga se había centrado, y tenia claro que el público iba a protestar la presentación de alguno de los toros, y por eso se habían preparado tres sobreros. Pero desgraciadamente nos encontramos con la aceptación unánime del público con respecto a la presentación de los toros. ¡Bueno otra historia más! Otra frustración más, a eso unido que se pidieron orejas. Bueno incomprensible en esos momentos cuando esa propia plaza ha negado vueltas al ruedo a novilleros malagueños, uno se vuelve loco y ya no sabe qué pensar.
¿Hubo que ponerle kilos a algunos toros el domingo pasado?
Juan Sánchez... A mí me parece que los toros pudieron perder algo más que kilos... (hablamos de pitones)... en general los toros bastante flojos, bastantes pobres de trapío, que no es normal que esto pase aquí... lo que sí entiendo es que por ser Curro quien es, que la gente ande un poco predispuesta a aceptar toros que en otro caso no aceptarían. Sin embargo lo que no me parece bien es que eso lo haga también el equipo gubernativo que en última instancia tiene que estar para auspiciar el reglamento en materia de reconocimiento de reses. Vamos, no se por qué razón se aceptaron estos toros pero me da la impresión de que pudo ser por algo así, a lo mejor por un poco de condescendencia.
JL... Está claro que todo el mundo ve esa corrida, nosotros mismos, la vemos con una diferencia. No nos podemos abstraer de las circunstancias. Mentiríamos si dijéramos lo contrario. Tenemos nuestro corazoncito, nos apuntamos a determinados toreros. En esa circunstancia uno mismo cae en el error de ser susceptible y de ver un toro mejor de lo que realmente está. Pero yo no dejo de reconocer que su juicio es acertado, y que había tres toros que no estaban en condiciones y tres toros que estaban en bastante buenas condiciones. Usted sabe que en estas corridas presentan tres y tres toros y realmente el jueves cuando se reconocieron los toros, los tres toros que perdieron tantos kilos, que fueron primero, que estaba bien conformado desde el punto de vista de encornadura, estaba reunido, un toro bien hecho, pero que el toro perdió una barbaridad de kilos tremendo y el toro quedó en una tabla, lo mismo que le pasó al quinto de la tarde, un toro castaño claro, un toro con bastantes pitones, cariavacado, feo de construcción pero que ese toro como estaba rematado por detrás evidentemente era un toro importante y serio. No lo querían. Les asustaba el toro. Quiero decir que se ha unido el hecho de la condescendencia no premeditada con respecto al cartel y al hecho de que los toros evidentemente, lo que pasó en el viaje, que no sé dónde se metieron, si vinieron por Murcia o por Santiago de Compostela. Pero la realidad es que tardaron desde las ocho de la mañana que nos habían citado a las dos y media de la tarde, yo creo que son unas horas de diferencia, que tenían que estar previstas, no citarnos con esas horas de antelación. Nadie sabe donde han estado y realmente lo que se ha hecho es enviar los pitones al análisis de la Escuela Nacional de Veterinaria y estamos a expensas del resultado.
(¿porqué no se metieron en la corrida?)...
Desde luego hay que admitirlo así. No queda más remedio. Y uno tiene que intentar no caer en errores de ese tipo y para eso están ustedes (a la prensa), para llamar la atención, no solamente para aplaudir y darle orejas verbeneras, también para advertir y decirles al presidente y a los veterinarios, oigan ustedes no se equivoquen más, y procuren que no les cuelen a ustedes los líos estos. Que eso además no quede aquí en este programa, sino que se exteriorice en la plaza, porque cuando uno no tiene argumentos para justificar una posición difícilmente puede defenderla. Porque cuando a uno le dicen, "¿ve usted como no protestan los toros en Málaga por chicos?". ¿Y uno que les dice? Que efectivamente es verdad. No han protestado la presentación de los toros, lo dejan a uno sin argumentos. Es tu gusto personal contra el gusto general. Y evidentemente ya en ese momento tiene uno bastante pocas posibilidades de triunfar.


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