FERIA DE MALAGA. AGOSTO 1992. LA MALAGUETA. PRIMERA PLAZA DE ANDALUCÍA
Por Agustín Hervás
Y no es un farol. Esta plaza, en feria, se engrandece.
El esfuerzo realizado por todos los sectores taurinos malagueños ha sido, y lo sigue siendo, muy importe. Este se ve compensado cuando el aficionado, el puro, se siente a gusto en ella, no se ve defraudado y sabe por tanto que al menos la relación calidad precio se defiende.
Pero hay sectores del taurinismo andante, llámense periodistas peseteros, siempre advenedizos y por tanto no conocedores de la realidad malagueña, o apoderados mentecatos que no se enteran de la hora que es , o toreros que creen venir a disfrutar del enorme sol que tenemos, pescaíto y mar, que todos los años quieren romper la baraja con acusaciones, rencillas y tachaduras dictatoriales hacia la autoridad. Esta ha seguido manteniendo el papel de defensora de los derechos de los consumidores de este espectáculo, pese a encontrarse limitada, en contra de lo que pudiera parecer, por el nuevo reglamento, e incorporar al ya veterano presidente, para las novilladas, Francisco Ortiz, que junto con José Luis Fernández y Francisco Montilla, llevaron toda la responsabilidad y todos los malos ratos que los taurinitos quisieron dar.
El papel de los veterinarios fue fundamental en tanto una vez más, y ahora con jóvenes incorporaciones, pusieron de manifiesto su profesionalidad y su responsabilidad. Todos los días después de los festejos analizaban las astas de los animales consiguiendo dos efectos importantes. Crear un banco de datos sobre las biometrías de las distintas ganaderías y averiguar quienes eran los ganaderos afeitadores.
Los empresarios, Martín Gálvez S.L. confeccionaron unos carteles carentes de redondez, pero eso sí, llenos de juventud, que le dieron cierto interés pero que no llegaron a cuajar, ya que tanto los matadores veteranos como los jóvenes, no apretaron el acelerador y, como casi siempre ocurre, desperdiciaron oportunidades importantes quedándose toros sin torear.
El mayor acierto de la feria, por lo que de inversión en el futuro tiene, fue incluir en ella tres novilladas picadas con cabida para cinco chavales malagueños.
LAS NOVILLADAS.
Dijimos acierto y lo fue, pero con una realidad discriminatoria importante. En la primera, con leones, se las vieron novilleros económicamente débiles. En la segunda estuvieron los compromisos, y en la tercera toreó Javier, el hijo del empresario Curro Conde.
Se abrió la feria el día 12 con la mansada, incluidos saltos de callejón, de los novillos de Carmen Lorenzo, esposa de El Capea, que presenció su juego y que pasó un disgusto tremendo. Se remendó con dos novillos de Buenavista que resultaron buenos. El malagueño Juan José Trujillo, después de andar decoroso con el primero consiguió cortar la primera oreja de la feria. Una oreja de ley puesto que la faena fue medida, justa, vibrante y emocionante. José María Recondo, apoderado del muchacho, masticaba chicle a cien kilómetros por hora y se sonreía. Por tanto y conociendo las exigencias del Belmonte Vasco, todo iba bien. José Antonio Ortega, que antes se anunciaba Orteguita, de la localidad gaditana de Los Barrios, estuvo discreto con su lote. Y el marbellí, Juan de Pura, después de haber tenido con anterioridad un acertado debut en La Malagueta, nos defraudó al dejarse ir un encastado sexto novillo de Buenavista con un excelente recorrido.
En la segunda novillada, del día 14, los mansos volvieron a aparecer en el ruedo, esta vez eran de Cetrina, también remendados con dos de Sayalero y Bandrés que resultaron buenos y nobles. Por unos minutos llegamos a pensar si el aire acondicionado instalado en los chiqueros de la plaza afectaría al comportamiento del ganado. Instalación que dicho sea de paso constituye toda una revolución en los inmovilizados de las plazas de toros. Con este material, el ubetense Paco Delgado anduvo interesante con el primero e insípido con el cuarto. El local Francisco Moreno estuvo correcto con el condenado a banderillas negras y no aprovechó el mejor de la tarde, un quinto, claro y noble. El malagueño Ricardo Ortiz, inteligente en el tercero dándole las querencias, y suficiente con el mansísimo que cerraba plaza.
En la tercera novillada, del día 17, llegó el escándalo. La toreaba el niño del papá empresario. Dos circunstancias armaron el jaleo. La primera, la caída del cartel, por herido, de El Cordobés. No se aceptó la sustitución del hasta entonces triunfador Juan José Trujillo para que no le hiciera sombra al debutante Javier Conde. Pero claro, tampoco se podía poner a otro novillero malagueño porque en justicia el merecedor de esa sustitución era el chaval del barrio de Huelin. Total, decisión salomónica, mano a mano con Higares, que, por cierto, nos dejó con la miel en los labios y no nos la hizo tragar. La segunda circunstancia fue que los novillos de los Hermanos Sampedro habían sido rechazados por falta de sustancia cornea y ya sin tiempo material para preparar otra novillada y después de pensarlo mucho los ganaderos, prefirieron asumir su responsabilidad y acogerse al amparo del articulo 59.1 del nuevo reglamento.
Después de las tensiones matutinas, en el ruedo, callaron muchas bocas, la mía la primera, el hijo del empresario, porque aunque no hubo perfección técnica , los novillos eran sardinas, hubo algún problema con las distancias y que faltó cruzarse cuando hubo de hacerlo. Las faenas estuvieron llenas de detalles, destellos, quietud, valor, inspiración, calidad, gusto. Pero también con el capote hubo aire en los remates, entrega y resolución. Javier Conde hizo de su debut en su plaza de toros una ceremonia y como tal llegó a todos los públicos.
LOS REJONES.
Con despitorrados y rajados toros de Ramón Sánchez se dio el día 13 esta corrida, en la que se quebrantaron artículos del nuevo reglamento al clavar banderillas, con los rejones de muerte y con el echar pies a tierra los rejoneadores. Lo que demuestra que para que estos festejos sean considerados por la generalidad de los aficionados, los mismos rejoneadores deben preocuparse por hacer las cosas bien y no sería mala idea ir pensando en anunciarse con toros en puntas para dar credibilidad al espectáculo. Javier Buendía veterano y ténico cortó una oreja. Fermín Bohórquez, vago y mecánico. Luis Domecq más atemperado y puro. Antonio Domecq bullidor e impulsivo. No debe pegarle a los caballos en el ruedo. Por colleras, Buendía -Bohórquez, suficientes y cumplidores. Los Hermanos Domecq, correctos, cortaron una oreja.
LAS CORRIDAS.
TRISTE PRESENTACIÓN DE DAVID LUGUILLANO.
Esto ocurrió el 15. Dos motivos lo hicieron así. Un quite de Fernando Cámara a su segundo toro, quinto de la tarde, el mejor del encierro, por el que el vallisoletano se molestó. Y una protestadísima vuelta al ruedo que se empeñó en dar. Por cierto que luego no se acopló con ese buen toro. Pepe Luis Martín estuvo muy digno y torero toda la tarde pero con altibajos en la faena al cuarto, y Cámara con el lote más deslucido solo estuvo decoroso. Los toros inválidos de Sayalero y Bandrés frustraron toda posibilidad de triunfo.
MI CURRO, MI CURRO.
El día 16 se corrieron toros de Diego Puerta y Puerta Hermanos, bien presentados pero inválidos y mansurrones. Curro cosechó bronca cariñosa y gran bronca con aparato. La furia del público pudo provocar un gran altercado de orden público. Pepe Luis Martín que sustituyó al cogido Rafael de Paula, no pisó el acelerador, que falta le hacía, aunque hubiera sido para revalidar el haber triunfado el año anterior. Y Julio Aparicio se perdió en su propia tontería.
MENDES, AGOTADO.
El día 18, de la originaria ganadería de Araúz de Robles solo quedaron dos toros, componiéndose el resto de la corrida con cuatro de José Luis Pereda que resultaron buenos. No era creíble pero eso le costó un importante susto. Víctor Mendes estaba bajo de forma física y arrastró ese cansancio durante toda la tarde. Fernando Cepeda que entró en la feria por el lesionado Jesulín estuvo suficiente pero sin rematar. Se está haciendo de rogar el de Gines para romper definitivamente. Y Espartaco Chico que no tiene medio muletazo, no sabe como imprimirle ni olor, ni sabor, ni técnica a sus faenas.
HERMANITAS DE LA CARIDAD.
Fueron los Torrealtas del día 19, “pa jincharse” que diría el castizo. Y luego, Ponce estuvo bien, no tocó pelo por culpa de la espada, aunque el chaval de Chiva no funcionó al cien por cien de sus posibilidades. Manuel Caballero se comportó como si estuviera gafado, y es que Marca, gafa. Y Chamaco, que sustituyó al Litri, estuvo en traidor, digo, así mismo, porque no hizo lo que le va, atropellar la razón. Se le fue el lote entero.
LA IMPORTANCIA DEL CESAR.
Por eso Rincón cortó orejas, una a cada uno, y salió por la Puerta Grande el día 20. Se puede discutir la segunda oreja por un bajonazo. Pero no se le puede discutir que contra la jindama que tenía su tercero y el picante, el se puso en el sitio y le cuajó una faena no estilista, pero sí llena de conocimiento de los terrenos y de lucidez necesaria como para resolver con premura. Ortega Cano no estuvo en este mundo, siempre corriendo delante de los toros, y Paco Ojeda que yendo de pasota toda la temporada se lo llevó limpiamente en Málaga. Los de Osborne resultaron interesantes.
SER PRIMERA FIGURA.
Posiblemente la mejor campaña de Espartaco haya sido esta del 92. No digo en triunfos ni en ranking de toreros, sino en satisfacción personal. Al menos así lo confirmaba en los micrófonos de Onda Cero Marbella, al igual que desmintió el hecho de su retirada, y habló de su intención selectiva para la campaña del 93. A Málaga llegó el día 21 en plan tranquilo. Otros años cuando llegaba Moreno, su apoderado, se armaba la revolución. Este día se dedicó a torear, a practicar ese verbo mágico que lo ha encumbrado. Derrochó profesionalidad. El Capea anduvo más entonado que el año de su reaparición pero sin ser el que era. Y Finito, perdidos los papeles se le notó que en los últimos tiempos se ha dedicado a vivir la noche cordobesa. Los de Sancho Dávila, descastados y justos de fuerzas. En primer lugar se corrió uno de Osborne, flojo.
LOS NATURALES DE EMILIO.
Fueron lo mejor de la tarde del día 22 al sobrero de Osborne. Lo entendió bien y llegó al tendido. La concepción de la faena fue buena, acaso despegadito y sin terminar de vaciar las embestidas. Joselito estuvo en el papel de caballero de triste semblante, poca ambición tiene. Y Chiquilín, no sabe torear. Los de Arribas para el matadero.
LA CONSIGNA.
Del día 23 fue la de cargarse los toros en el primer tercio. Bien presentados los de Pascuau llegaron totalmente parados al último. Con ellos se estrellaron el mejicano Jorge Gutierrez, al que flaco favor le hicieron sus amigotes españoles planteándole una desastrosa campaña en la Iberia. Juan Cuellar que vio frustrado su debut en Andalucía y Cristo González que no aprovechó la buena oportunidad del claro sexto.
LA NOVILLADA SIN CABALLOS.
Tuvo el aliciente de ver a una torera malagueña, Mari Paz Vega, que sustituyó a la herida Cristina Sánchez, y que se entretuvo en cortar a los novillos de Buendía tres orejas. Javier Rodríguez se mostró bisoño y el también malagueño David Vilariño, muy justito de valor, cortó dos orejas.
LOS AFEITADORES.
Según los datos facilitados hasta el momento por la autoridad malagueña, después de realizar las pruebas de biometría se pudo detectar que de los novillos de Cetrina dos estaban afeitados, uno de Sayalero y Bandrés. Dos toros de Diego Puerta, dos toros de Sayalero y Bandrés, dos de Antonio Arribas, tres de Sancho Dávila, cuatro de Jimenez Pascuau y los seis novillos de los Hermanos Sampedro, que por estar acogidos al articulo 59.1, fueron enviados a Madrid para realizarles el examen histológico, siendo el resultado imposible de determinar ya que por defecto de envío no se pudieron realizar las pruebas. Circunstancia que ha molestado bastante al equipo de veterinarios de la Malagueta, porque consideran el hecho objeto de sabotaje.
1 comentario:
Los sabotajes de la Malagueta: unos cuernos que desaparecen de la caja precintada y llega a Madrid vacía. La piel de un Victorino sospechoso de remarcado que ¡¡¡arde !!!! estando majada. Los pitones que la "limpiadora" echa a la basura.... Y unas cuantas más que son de risa y que nadie hace nada.... Cuántos sinvergüenzas comprados!!!!.
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