16 mayo 2025

MADRID. PLAZA DE TOROS DE LAS VENTAS. FERIA DE SAN ISIDRO 2025. LOS DE FRAILE DE VALDEFRESNO NO ERAN FIERAS CORRUPIAS


Ureña con el segundo toro que recibió una ovación al arrastre.

No puedo decir que la corrida de Fraile de Valdefreso me gustara, tuvo su variedad y en ella más mansedumbre que otra cosa, pero habría que matizar para entender que no eran fieras imposibles, y sobre todo por qué los toreros no la entendieron, y a ello voy.

De correcta presentación, dentro del encaste Lisardo Atanasio, el de la confirmación de alternativa del madrileño Alejandro Chicharro. Cumplió en varas, esperó en banderillas manseando hacia las tablas y embistió con fiereza buscando tablas como loco. Chicharro le pegó pases sin sustancia estando por debajo de lo que el animal permitía. Vamos que agotó el tiempo y le dieron un aviso antes de entrar a matar mal, de pinchazo y media defectuosa.

En el sexto estuvo desconfiado, sin exponer lo mínimo y además sin ideas para el trasteo. El toro bien presentado, se dejó con celo en el caballo. en palitroques se fue a tablas, de ahí que Fernando Sánchez lo banderilleara al sesgo, llegando a la muleta con la casta suficiente para su manejabilidad.

Aquí queda dicho que estos dos toros, primero y sexto no eran fieras corrupias, y en caso de necesidad, que parecía que no era el caso, hubieran tenido sus faenitas.

Vamos a Paco Ureña y sus fieras corrupias.

El segundo de la tarde, que fue ovacionado al arrastre, cumplió en los dos primeros tercios y llegó a la muleta con pies, con franqueza y repitiendo las embestidas. Un toro bueno, encastado e interesante por ambos pitones. Ureña estuvo asentado, firme y a veces despatarrado, o sea sé, entregado, pero su faena me supo a poco con ese pedazo de toro que le salió, y claro la explicación de ese sin sabor estaba en que el murciano anduvo acompañando las embestidas, sin llegar a torearlas. Para mí, que se le fue el mejor toro de la tarde. Mató de media defectuosa que provocó derrame, y fue avisado.

El cuarto, bien presentado, hizo una pelea en bravo pero sin definirse, se dejó en palitroques y se rajó pronto, aunque de vez en cuando iba y venía sin emplearse. Voluntarioso Ureña, pero no lo vi con ideas como para que la cosa rompiera. Mató mal, sin convicción.

También se demuestra aquí que el segundo y el cuarto no eran fieras corrupias.

Vamos a los toros de David Galván.

El tercero fue aplaudido de salida por su buena presentación. Cumplió en varas, se dejó en banderillas pero se rajó en tablas para el trasteo. Rajarse en tablas, no quiere decir que el toro no tuviera faena. Al menos en esos terrenos lo que necesitaba era un esfuerzo que el torero andaluz no hizo, porque se dedicó a ponerse exquisito. Encima dio un pinchazo y un descabello, con lo que no mató al toro, lo mandó al desolladero como lo hacen los matarifes, no los toreros que se visten por los pies.

Y el peor toro del encierro, que tampoco era fiera corrupia, cumplió en varas (obsérvese que todos los toros cumplieron en varas), y a banderillas acudió con la cara por las nubes. Luego se rajó en plan descastado y Galván sin solución lo finiquitó de un pinchazo y una estocada al encuentro, buena.

Entonces si no fueron los toros unas fieras corrupias, ni mansos de solemnidad, ¿Por qué se fueron con las orejas puestas?

Ahhh, quilosa.

Los banderilleros Iván García y Fernando Sánchez saludaron, tras parear al sexto, una cerrada ovación.

¡Aquí paz y allí gloria!   


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