La faena, irreprochable, tuvo una enjundia especial. De colocación, de ligazón, de toreo, de clase. Se rompió Borja con el bravo toro de Victorino, que más que la vuelta al ruedo hubiera merecido el indulto. Las dos orejas a Borja, por la pasión del momento, sin embargo la estoca fue defectuosa aunque surtió el efecto deseado y por eso la pasión desatada, irrefrenable, le pidió las dos orejas. La estocada trasera, tendida, caída y un aviso antes de doblar el burel, no fue óbice, ni demeritó la excelente faena del sevillano, que me llegó a preocupar en tercero, con el que solo brilló en los lances de capote. Que por cierto también fueron soberbios en el sexto. Si el sexto fue bravo en el caballo y en la muleta, en banderillas cumplió a media altura. El tercero fue un toro exigente, como casi toda la corrida, que tuvo sus chiribitas.
Antes había cortado una oreja Emilio de Justo por una estocada excelente al quinto y por una faena con momentos buenos, pero no uniforme. El toro intenso fue a menos. El segundo toro fue otro toros bravo en varas que rebaño en palitroques. En la muleta fue interesante, exigente, a veces con genio que se entregó al final de la faena cuando llegó a las dos rayas. De Justo que nos ilusionó en un quite por chicuelinas en la muleta no bajó la mano, acompañó demasiado las inercias de las embestidas., Tardó en acoplarse solo al final cuando cerró al toro en el tercio se dio cuenta de sus francas embestidas.
Preocupante el paso de Paco Ureña por la feria y por esta corrida. El primer toro se dejó muy bien por el pitón derecho aunque por el izquierdo rebañaba, pero fue de embestidas interesantes. Paco Ureña nos ofreció algunos momentos buenos al natural. Perpendicular baja. En el cuarto el torero estuvo por debajo del toro. No estuvo bien. El toro sin ser bueno fue muy exigente, pidiendo carnet de torero.
Los toros de Victorino Martín, desiguales en la presentación. Terciados para lo que Victorino trae a las Ventas y cinqueños para que dieran el peso y el trapío de esta plaza. Encastados y bravos, quinto y sexto.
¡Aquí paz y allí gloria!
Borja dio en el sexto 42 muletazos aparte de otras "virtudes", no adelantó la pierna en NINGÚN pase, siempre atrás la pierna de salida. Como sé que es el toreo modernista, pues mis respetos. Igual que Ureña, que anda más perdido que el barco del arroz, se le fue un toro y además: tiró la espada al suelo en su primero. hace 20 años, lo queman vivo en Madrid, ayer ni pitaron. Otra vez el toreo moderno. La primera plaza del mundo ??? Eso dicen los mamamelones que van a las Ventas. Sí, sí, mucho público joven más ignorantes que yo del idioma Japo....
ResponderEliminarEs el Catón de la tauromaquia lo dicho. Amén, amigo. Pero ahora en la modernidad lo que lleva es la EBAU. Un abrazo.
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