27 julio 2006

DIARIO DE LA RESISTENCIA: Criterio de independencia

DIARIO DE LA RESISTENCIA:
Criterio de independencia.
Por Agustín Hervás

La independencia es un bien escaso. Ser independiente es ser más libre y más responsable porque cualquier acción, pensamiento, obra, que se realice desde la libertad que proporciona el ser independiente, obliga a un compromiso moral, consigo mismo y con los receptores de la acción u obra.
La resistencia avanza por el polvoriento camino de la desolación en busca de posiciones referentes en la lucha. Hoy el sol quema y cae plomizo sobre La Malagueta. El verano se agarra a la cintura de una ciudad que baila al son de políticos sin vocación y lo que es peor, sin criterio. Por el camino se quedaron muchos que llegaron a quemarse abrasados por la envidia, la vanidad, la venganza y el orgullo. Cuando los resistentes se miran a los ojos, untadas sus frentes del sudor de la humedad, se piensa en una próxima batalla cercana y tribulosa. La feria. Y de repente un nombre, una esperanza.
Talavante es una esperanza para la resistencia. Se sabe que aún, después de Madrid, la espada es su punto flaco pero sigue cautivando a las gentes. Un resistente lo vio en Granada y lo volvió a emocionar a pesar del fallo con los aceros.
Se presenta aquí una reflexión: Un torero puede ser figura, o algo parecido, pero faltarle valor, es decir torea muy bien pero la espada se convierte en una cruz. El valor final se ve con la espada. El ejemplo más significativo y actual es el toreo del Cid y la espada. El Cid es un buen torero y sabe torear. Llega a la gente su toreo clásico y ortodoxo y está considerado una figura del toreo, o lo que sea, porque para algún resistente una figura es otra cosa, sin embargo es un torero que no tiene valor, el final del valor se demuestra con la espada a la hora de matar y ahí no llega con fuerza, es decir que le falta el corazón, o eso que hay que tener para echarse encima de los cuernos, arrebatándose, entregándose para cobrar estocadas que corroboren faenas buenas e importantes.
La resistencia más anciana saca a colación el caso de Frasquito. Frasquito fue un torero sevillano del 48 que tomó auge con la muerte de Manolete. Era un torero de formas y maneras parecidas y todo el mundo hablaba de figura. Cuando le pegaron una cornada en Toledo se acabó la figura y lo más triste se acabó Frasquito.
¿Qué pasara con Talavante? Se están echando muchas campanas al aire pero aún estamos al principio de la carrera de este chaval.
Se trata a Morante de la Puebla como una figura. Es más se ha dicho que su toreo es reserva del arte. Es verdad, pero es una verdad a medias. A ello más que sus triunfos rotundos, ha contribuido su estética personalísima que nos conforma con poco hacer – así está el toreo que nos conformamos con poco – y la depresión que sufre desde hace unos años, que le mantuvo apartado de los ruedos uno, y cuando volvió, lo hizo más triste y más gordo. El resistente sanitario dice que esa gordura es de los medicamentos. Debe ser verdad.
Otros toreros se llaman figuras así mismos y lucen patillas decimonónicas y se calan monteras a la antigua. Eso por no volver a hablar de otros que torean con muletas blancas.
Le quedan unos días a la feria de Málaga. Los malaguitas aburguesados no piensan en otra cosa que en sus charlas, coloquios y conferencias, y están en un estado de excitación superlativo pues creen los ilusos que el destino de la tauromaquia malagueña va a depender de ellos. Los de la Asociación de Tauromaquia que colaboran con el Colegio de Médicos han quitado de los carteles a Santiago Dueñas. De los tres, el presidente de La Malagueta con más dignidad y criterio. Le anunciaron que estaría en una mesa sobre el indulto junto a portentos como el otro presidente, que lo es además del Colegio de Veterinarios: Enrique Moya. Se dijo en la pagina web del Colegio y a la hora de salir los carteles. Sin avisarle, van y lo quitan. Con este tipo de acciones se polariza más aún la afición de Málaga. Por un lado los burgueses malaguitas, por otro los aficionados recogidos en la Unión Taurina de Abonados. Y los resistentes. Guerrilleros del espacio taurino en defensa de la integridad y verdad de la fiesta.
Aunque pareciera no son los mismos objetivos los que se persiguen: Mientras la resistencia acepta la fiesta tal y como es con errores y virtudes con sangre y espectáculo cruento matizado. Los burgueses malaguitas, cogiéndosela con papel de fumar, van a no molestar a los que nos acosan, por si acaso, quieren quedar bien con la clase política que los alimenta, y con la taurina que los consiente pues todo lo que sea fiesta, jolgorio, orejas e indulto, no molesta, dicen que hace afición. A tal grado de degeneración se ha llegado que los mismos miembros de la Unión Taurina de Abonados no saben dónde están, en qué parte de la raya.
La Unión esta mal y no solo de dinero, sino también de organización. Algunos resistentes creen que deben hacerlo de otro modo. Casi por mayoría piensan que una persona de esa organización debería ocupar la presidencia. Paco Porras. A paco porras le duele la Unión. Él es el alma, él debería ser el presidente. Pero según informa el servicio secreto en este momento el citado no quiere. El servicio de propaganda piensa que casi con toda seguridad si se presentara en las próximas elecciones, las ganaría.
Se sabe que entre los de la Unión Taurina hay disidencias sobre el actual presidente. Hay quienes opinan que busca solo protagonismo. En Algeciras dijo que era el salvador de la Unión de Málaga. Uno sentencia:
.- Y por desgracia no le falta razón.
A las puertas de la feria malagueña se propone un parlamento para que la gente vuelva al tendido 6. Este tendido debe pretender ser un tendido de referencia para las presidencias. A sabiendas de que la resistencia sabe que en muchas ocasiones las protestas son contestadas por los sectores más chovinistas de la plaza, en el parlamento con la Unión se va solicitar ir con silbatos y pañuelos verdes. Si es necesario un resistente se ofrece a proveer.
Pero hay un criterio de peso en la idea: Para poder estar en ese tendido es necesario la independencia. La independencia es una condición que hoy en día, en plena democracia, en los albores del siglo veintiuno, no solo imprime carácter, sino que además da libertad, esa libertad de la que emana una responsabilidad formada en el criterio del honor, la vergüenza y la verdad de la fiesta brava que se sustenta en el respeto al toro bravo por todos los sectores del espectáculo y en la torería del hombre que libre y voluntariamente se pone delante de la muerte. Quizás por aquello de que la muerte nos hará libres deberíamos tomar más conciencia de que en este rito del toro no valen las medias tintas.

1 comentario:

Anónimo dijo...

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