10 agosto 2017

MÁLAGA. CERTAMEN DE ESCUELAS TAURINAS. NO HAY VERGÜENZA TORERA.

PLAZA DE TOROS DE MÁLAGA
MIERCOLES 9 DE AGOSTO DEL 2017
XII certamen  internacional de Escuelas Taurinas la Malagueta

Erales de  Juan Pedro Domecq  muy buenos, especialmente el tercero, al que se le debió dar la vuelta al ruedo, dado su  monjil comportamiento.
Los toreros por  debajo de los erales.

Adrian Villalba de Albacete, Oreja.
Álvaro Passalacqua, de Málaga. Aviso, desvergonzada vuelta al ruedo sin que nadie lo pidiera.
Fernando Molina de Albacete.- 2 Orejas.
Joao d`Alva de Villa Franca de Xira. Saludos desde el tercio, aplaudieron cuatro
Carlos Domínguez de Badajoz, Aviso, vuelta por su cuenta.
Borja Collado, de Valencia, Saludos desde el tercio por su cuenta.

NO HAY VERGÜENZA TORERA.-
Por Francisco Picornell

Hoy he salido indignado de la plaza, nadie tiene ni conoce una cosa que se llama vergüenza torera, dignidad, ser persona honrada, claro que esto en un taurino es como decir que hay un cura ateo.
Los profesores de las escuelas además de enseñar a sus pupilos a torear y no a tomarle el pelo a los sufridos espectadores, les debían enseñar una cosa que se llama vergüenza torera.
Todos estos golfos en agraz, cuando matan a su eral cogen el capote y aunque el público esté más callado que en misa, salen montera en mano a provocar el aplauso barato, lastimoso, e incluso se dan la vuelta al ruedo sin que nadie se lo pidiera. Pero nadie protesta, que es lo malo. Así se explica uno que un partido de ladrones gane las elecciones una y otra vez.
Hoy han hecho esto casi todos los actuantes, empezando por el tal Passalacqua, que tras oír un aviso y  descabellar siete veces, tuvo la cara dura de dar una vuelta al ruedo. La autoridad debía poner coto a estos desmanes, y los profesores de la escuela correr a gorrazos a esta criatura. No se le puede tomar el pelo al público, eso que dicen los taurinos cuando atacan a la fiesta. ¡¡Una mierda!! Ustedes quieren al sufrido público para sacarle las mantecas.
No hay derecho a que permitan a sus pupilos que se quiten las zapatillas, que tiren el estoque de ayuda para torear con la derecha sin montar la espada, que se desabrochen el chaleco.¡¡hay que vestir el cargo!! ¿Qué les parecería si un cirujano se quita la bata en mitad de una operación? ¿Qué pasaría si un sacerdote se quita la casulla en mitad  de la misa y se la entrega al monaguillo? ¿Qué pasaría si un fontanero tira la llave inglesa y se pone a quitar las tuercas de un grifo con los dientes? Esto, señores profesores, debe ser corregido muy severamente. Ocúpense de esto y no de que todos hagan la misma faena, empezando de rodillas en el centro de ruedo, y luego a dar una cosa que se llaman pases despidiendo el toro para afuera.
Todos los actuantes han estado por debajo de la corrida. El mejor eral salió en tercer lugar y le correspondió en suerte (o en desgracia, que no se sabe) a FERNANDO DE MOLINA, (Albacete) le corrió bien la mano aunque con el empleo del pico muletero, dio una  tanda de naturales medio pasables. Tuvo la suerte de recetarle una estocada que hizo que el cornúpeta doblara rápido. Dos orejas. Estuvo por debajo del eral, al que le debieron dar la vuelta al ruedo.
Los demás, pues ya se lo he dicho, toreando fuera de cacho, mucho pico muletero, rematando el pase para las afueras lo que ocasiona que el eral toque la muleta, y si encima levantan el engaño al final del pase pues peor. ¿No les enseñan que el pase se ha de rematar en la cadera y con la muleta abajo? El Toreo es de arriba abajo, no al revés. Pero eso no es importante que lo aprendan, lo importante es que aprendan a tomarle el pelo al sufrido espectador.
Es indignante lo que están haciendo las escuelas taurinas, crean, como decía ayer, malas copias de las hoy tenidas por figuras, les enseñan las marrullerías, el ocultar la bola del “trile”, en definitiva, a engañar al público. No les dicen como se cortan las orejas con honestidad, con verdad, eso no importa. No les explican  la multitud de pases que se pueden dar con el capote y no que solo saben dar chicuelinas y pases de frente por detrás. Eso no importa, porque lo que importa es engañar al becerrista para que se crea que  puede ser figura y sacarle hasta las túrdigas a sus amigos y parientes.
Mañana mas, y vamos a llorar con mas desconsuelo que un marbellí sin toros.



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