06 julio 2014

PAMPLONA. ROBERTO ARMENZARIZ PIDE SITIO

PAMPLONA, FERIA DE SAN FERMÍN 2014. SEGÚNDA DE FERIA.
ROBERTO ARMENZARIZ PIDE SITIO
Por Agustín Hervás
Onda Cero Radio
Pirata de Pablo Hermoso

El navarro Armendáriz no solo les ha mojado las orejas a Hermoso de Mendoza, paisano y figurón del rejoneo, y Sergio Galán, castellano penitente y de sabor, sino que además ha dado un grito de entre la lluvia pamplonesa, caída hoy, pidiendo sitio. 
El sitio en el toreo, se tiene o no se tiene, se encuentra, o no se encuentra, si se busca o se deja de buscar. Lleva tiempo el paisano buscando ese sitio, y hoy es el día que lo ha conseguido debido a la calidad de su toreo que por definición es ortodoxo y técnico, con los alardes propios de momento, basados en disciplinas hípicas, para que los tendidos se encandilen con su obra. La faena al tercero de la tarde ha tenido una conjunción y un argumento determinado por la pureza, si por ello en el toreo a caballo reconocemos el cite con los pechos y la ejecución de las suertes al mismísimo estribo. Aquí fueron las dos orejas. Pero aún consiguió cortar una mas en pleno diluvio que le obligó a actuar con el marsellés puesto, por un trasteo equilibrado y medido. Mejorada la cuadra, con nombres como Visir, Cristal, Ranchero y Prometido, Armendáriz pide estar en un meritorio lugar del escalafón para reunir así, un ramillete de rejoneadores que son, sin duda el futuro de la fiesta.
Propiamente ya es realidad en ese escalafón Sergio Galán, veterano y esencial en cotizadas ferias, aunque los despachos quieran herir su orgullo de caballero en plaza. Año a año se sobrepone a las inclemencias, climatológicas por hoy, pero administrativas por siempre, y su pundonor nos ofrece a los aficionados al caballo y al rejoneo, tardes de buen oficio. Muy correcta y buena la faena al segundo de la tarde del que no obtuvo trofeo por pinchar una vez y rematar con un rejón que produjo vómito. 
Se debe recordar aquí que el publico pamplonica es muy sensible al ultimo tercio, de tal manera que un torero puede haber pegado un petardo en la faena, pero en matando bien a la primera, se le pide la oreja.
Con lluvia y todo el rejoneador castellano ofició bien en el quinto. Emocionó ver al caballo Ojeda torear con los pechos y vaciar con la grupa como si se tratara de la mismísima bamba de una muleta, y emocionante fue ver a Apolo hacer el piafé con la grupa pegada a los cuernos del toro, aguantando lo indecible. Con Artista puso banderillas cortas y mató cortando una oreja, pero antes la presidencia le negó poner una rosa, y hubo quien no vio bien la aplicación del articulado reglamentario, que no está redactado para fastidiar al publico, ni al rejoneador, vaya como vaya la tarde, pasada por agua, o con sol. Si el presidente negó la colocación de esa rosa, fue por respeto al toro. Los que pintamos canas, nos unimos a las proclamas del descansado de Joaquín Vidal en su lucha contra los abusos de los rejoneadores poniendo palitroques a mansalva, en lomos mortecinos y atolondrados, por los abusos no de uno, si no de aquello que el titulaba en sus crónicas, “Ese turbio asunto de las colleras”, y que felizmente, Pablo Hermoso, con su advenimiento al reinado de los rejoneadores, suprimió. Señores, por respeto al toro, no por fastidiar a nadie.
Cortó Pablo Hermoso una oreja del cuarto toro, bajo la aparatosa lluvia. Faena de calidad y aparato también, porque con Habanero realizó múltiples piruetas que es como cuando en el cante redoblan las palmas. Pero la dimensión de figura volvió a demostrarla en el primer toro que por bueno fue ovacionado al arrastre, y con un caballo, Disparate, con el que dio hermosinas hasta decir basta. Por supuesto porque el toro se lo permitió, pero también el caballo tenía un punto de figura, subido, que no se podía aguantar, y hasta llegó a ligar, la hermosina con la pirueta. Para aquellos que aún no sepan lo que es una hermosina, es un lance de la invención de Pablo, en el que se lleva al toro toreado con la grupa del caballo al hilo de las tablas, y cambiándola de derecha a izquierda, como si de un abaniqueo se tratara.
Mató de un pinchazo y uno bueno, pero la larga agonía del toro, le impidió cortar trofeo.
Decir de los toros de El Capea, que resultaron muy buenos, aunque desiguales en su presentación. 
¡Aquí paz y allí gloria!   

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