28 mayo 2012

NOÉ GÓMEZ NOS METE EN EL ARCA

Quinto de Guadaira, otro para anotar y seguir la reata

NOÉ GÓMEZ NOS METE EN EL ARCA

Por Agustín Hervás
Onda Cero Radio

En los carteles Gómez del Pilar, madrileño, y chaval que sabe lo que tiene entre manos, su disposición, su clarividencia y su visión de la tauromaquia nos ha traído un soplo de viento fresco pensando en la renovación del escalafón. En los dos novillos se fue a la raya de enfrente de toriles. En los dos novillos le dio variedad capoteril, y en los dos novillos, más en el quinto, enseñó su tauromaquia, que con ser suficiente deberá ser mejor y más pura porque el chaval sabe hacer el toreo. Sólo su acaloramiento le impidió funcionar con la espada para alcanzar la gloria, pero Dios, nuestro señor es justo, e hizo poner las cosas en su sitio para que la humildad sea una evidente vara de templar ánimos superlativos. En el novillo de Guadaira que sorteó en quinto lugar se fue a la raya, de rodillas frente a toriles, el novillo se paró, aguantó, le dio la larga, lo recogió en verónicas y volvió a echarse de rodillas para rematar con otra larga esta vez de espléndida factura. Al picador, lo llevó galleando con gracia por chicuelinas y su banderillero, Fernando Sánchez, “el patillas” le cascó al novillo dos pares haciendo la suerte, que con decir esto bastan explicaciones para mejorar el detalle, y se desmontera. En la faena de muleta con extraordinaria embestida por viaje, recorrido, entrega, nobleza y humillación, el madrileño, unas veces acompaña, otras destorea, y las más lo lleva, mejor o peor, pero con la firmeza de no dejarse la oportunidad. Los detalles, los remates y esa torería, poco común en la actualidad nos impresionaron y nos metieron en el arca para en un futuro poder asistir al brillo, que deseo, de su carrera. Debe ponerse una penitencia, entrar dos mil veces al carretón matando de verdad. No debe olvidar que salvo riesgo físico, las zapatillas son parte del vestido de torear que en si es una parte necesaria de la liturgia, y no hay que quitárselas, y debe pedir que le enseñen, si no lo sabe, a cargar la suerte, porque eso será lo que le haga grande. Cortó la oreja. Con el segundo estuvo correcto enseñándonos las credenciales como salvador de toda la animalada que hay suelta, en esto del toreo, y que hay que depurar para meter en el arca. Se llevó el lote.

Me gustó Damián Castaño en el trasteo al sexto de la tarde por su firmeza ante un novillo calamocheador y sin clase. Voluntarioso con el tercero que aunque manejable se vino a menos.

Alberto Durán pechó con el lote menos lucido. El primero se defendió por la falta de fuerzas y el cuarto se dejaba en tres muletazos al cuarto se paraba. El chaval no tuvo recursos ni para el primero, ni para el cuarto con el que se aburrió, y esta flaqueza de ánimo no es buena para la torería andante.

La novillada de Guadaira justamente presentada con dos novillos en tipo y en trapío para esta plaza, el quinto y el sexto, aunque este último con más fea cornamenta. En general ha cumplido en el caballo pero con justeza de fuerzas, por eso algunos llegaron defendiéndose a la muleta. El novillo quinto fue bravo con matices. Tomó dos simulacros de puyazos, pero con encastada embestida, las fuerzas justas, y poco antes de terminar la faena se echó. Creo en las circunstancias del toro, igual que Ortega creía en las del hombre, pero cuando un toro es verdaderamente bravo, supera todas las adversidades de las circunstancias, lo digo porque le he oído a Gallardo el de Ymbro, decir que al novillo le faltó oxigeno. En cualquier caso esta ganadería también puntúa en San Isidro.

¡Aquí paz y allí gloria!

1 comentario:

Aficionado dijo...
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