24 mayo 2012

CASTELLA, FUERTE

Luque no termina de entenderse con Madrid

CASTELLA, FUERTE.

Por Agustín Hervás
Onda Cero Radio

Reaparecía Sebastián Castella en la plaza de Las Ventas para torear una corrida internacional. Con un mejicano Silveti que venia a confirmar, con un sevillano (de España) que venia a ver si, y con él mismo que venía fuertemente mentalizado al triunfo. Pero más que el triunfo a enseñarnos una nueva dimensión del Castella del segundo decenio del siglo. Resulta que nada pudo hacer con el sobrero que hizo segundo de Carmen Segovia, por parado y descastado. Pero cuando salió el cuarto de la titular de El Cuvillo, terciado, no bravo, pero encastado, con ese picante necesario para que hierva la olla de esta plaza, el francés se entregó a un publico necesitado de emociones. Se fue al centro del anillo a cambiarlo, y luego por bajo, y despacito uno lento y templado. Ahí fue donde vi al nuevo Castella. Se movía bien el torito por el pitón derecho y el francés se los ligaba, y entonces cambio la mano con qué temple, y cómo fue ese pase de pecho, bello y armónico. Llegar hasta aquí para ver esto de este torero ha significado muchas letras, frases, titulares y pies de foto. No me cabe la menor duda de que por naturales y las cositas que hizo con la izquierda ha sido lo mejor de este torero en esta plaza. Falló con la espada quizás por falta de confianza en esa pierna aún resentida de la pasada cornada. Se le ovacionó y se le pidió la vuelta a la que renunció con honradez torera.
Luque no encuentra su espacio en Las Ventas. El tercero un becerro muy protestado, incluidos los ¡miau! Pertinentes. El animalito repetidor con castita pero no le dieron importancia al trasteo aseado. Un trasteo de un torero amedrentado (con el geniazo que tiene este chaval) por el público de Madrid. El quinto noblote se deja en soso (baboso dirían otros) que Luque no entendió.
El mejicano de dinastía Diego Silveti, vino, le dio la mano al padrino Castella y se marchó. Total, con el justo de presentación primero, pero noble y bueno, anduvo correcto sin más y con el sobrero que hizo sexto de Salvador Domécq, no entendió a un toro que iba y venía, embestía a su aire, a veces humillando y otras no. Pero no se puede pretender (aviso a todos los profesionales) que los toros salgan como ellos quieran. Es lo que toca y con lo que toca hay que apencar.
Desigualmente presentada la corrida de Núñez del Cuvillo, quinto bien presentado, resultó mansita en varas y en banderillas pero de los cuatro lidiados, primero bueno, tercero y cuarto encastados, cuarto aplaudido al arrastre y quinto noble.
¡Aquí paz y allí gloria!

1 comentario:

Anónimo dijo...

Castella verdaderamente bien, se le nota el pozo ya... Luque, algo incapaz, y Silveti mal, muy mal, este torero tiene suerte en casi todos los sorteos de ferias grandes y nada de nada.