01 octubre 2011

A MATAR O A MORIR. REIVINDICACIÓN DE LA VIDA


Fandiño cogido al entrar a matar al quinto despues de una gran estocada. Foto de mundotoro.com

PLAZA DE TOROS DE LAS VENTAS. MADRID, primero de octubre de 2011. Tercera de la feria de Otoño. Toros de Gavira para el mano a mano entre Iván Fandiño y David Mora.


FICHA:
Se lidiaron seis toros de Gavira, primero terciado, se parte un pitón y lo devuelven. Sobrero de la ganadería de Lozano Hermanos, colorao, grandón con posibles, se dañó la mano izquierda y se acabó. Segundo chico, de media arrancada. Tercero colorao, correcto en la presentación, con leña, gazapón. Cuarto vareado, justo de fuerza, pitado al arrastre. Quinto grande, burraco, manso en varas que se deja sin clase. Sexto con peligro. Fandiño, estocada, ovación que saluda. Pinchazo perdiendo la muleta, pinchazo hondo tendido trasero, descabello. Silencio. Pedazo de estocada saliendo prendido. Oreja de ley. David Mora, pinchazo sin soltar, dos pinchazos, descabello. Ovación que saluda. Dos pinchazos, tres descabellos y se echa. Palmitas. Estocada caída, vuelta.

A MATAR O A MORIR. REIVINDICACIÓN DE LA VIDA.
Por Agustín Hervás
Onda Cero Radio

La estocada de Iván Fandiño al quinto justificó el no hay billetes de esta tarde en Las Ventas. De la manera que la ha ejecutado y las consecuencias recibidas de salir cogido, quedándose en la suerte, y practicándola a ley, reivindican el nombre de esta profesión, que hoy más que nunca debe ser siempre y por siempre la de matador de toros, y no bailarín de toros, o coreógrafo de corridas de toros. Esa ha sido la importancia de la tarde. Esa ha sido la historia de la verdad del toreo en el que creo y defiendo. Matar o morir, son los dos verbos superlativos del toreo, por eso esto es grande. Y por eso hoy mas que nunca hay que gritar el derecho a la vida de esta tauromaquia que amamos y que defendemos, porque el toreo lo hacen grande los hombres valientes que son los que mandan en esto; los de arte, con mis respetos, y también mis guiños, porque del mismo modo son mis gustos, a decorar. Esa máxima del acerbo taurino, hoy ha cobrado verdad pura. Pensamos en Cataluña, pensamos en los enemigos de la fiesta, y pienso en las emociones que se pierden estos indigentes de la moral.

Fandiño y Mora se han vuelto a postular en la plaza más importante del toreo, que como siempre en otoño nos devuelve la esperanza y la fe del toreo eterno.

Replicó el vasco el quite de Mora y lo hizo por chicuelinas bajas y ceñidas de cuya causa salió revolcado y volviendo a lo mismo las cuajó en número de dos. Le brindó el toro primero sobrero a su rival, creando un emocionante escenario. Pese a la disposición de Fandiño, al dañarse el de Lozano la mano izquierda, no hubo posibilidad de lucimiento. Con el gazapón tercero lo intentó y hasta le sacó un par de tandas con la derecha pero sin más materia. Salió el quinto manseando en los dos primeros tercios y Fandiño lo sacó a los medios, se quedó, se quedaron los dos y el del norte le tapó la cara y le aguantó el volumen que pasaba regañando y sin clase, pero pasaba, en los naturales tenia que rectificar la posición, pero el esfuerzo y la entrega fueron superiores. En la estocada a ley se entregó a morir en los pitones del toro que lo prendió, lo echó a los aires y mientras lo soltaba de entre sus astas, caía rodado en un suspiro de huída, no olvidando lo que desarrolló.

David Mora, se fue a los medios a recibir a su primero de una larga cambiada de rodillas. Salió airoso y el toro emocionó en sus arrancadas. Algunas verónicas buenas pero aceleradas. Quita Fandiño por gaoneras y sale cogido sin consecuencias. El toro no tiene viaje, embiste a media altura, pero no protesta. David se queda en el sitio y pausadamente le saca muletazos de gusto y de verdad pero se pone pesadito y oye algunos pititos del personal. Con la espada mal y además no mató, solo descabelló, y eso no es hacer la suerte. Ante su segundo sin fuerza solo pudo reivindicarse en su buen concepto del toreo y disposición. Nada más. Con el sexto peor porque este si tenia peligro de muerte y así le fue avisando momento tras momento de la faena hasta que le dio un revolcón bueno. El chaval demostró valor para justificarse y agarró una buena estocada de ejecución.

La corrida de Gavira no era la idónea para el mejor cartel de la feria. Mintió el veedor cuando dijo que era de garantías para esta corrida de feria otoñal, y defraudaron los empresarios comprando estos bueyes de carne. Los Choperitas se van, quienes vengan a Madrid, tendrán que mejorar la vista para encontrar en las ganaderías toros encastados, quizás la asignatura pendiente de esta temporada en Las Ventas.

1 comentario:

Diego Cervera Garcia dijo...

Sin duda alguna, el punto negro de la tarde lo pusierón los de Gavira...
Un cartel tan del gusto del aficionado se merecia una ganaderia mejor....