04 enero 2011

UN SOSPECHOSO DERECHO

Mario Cabré, torero catalán, y Ava

UN SOSPECHOSO DERECHO
Por Agustín Hervás
Onda Cero Radio

Me entero por Mundotoro que la casa Balañá va a exigir 300 millones de euros como indemnización por el cese de la actividad taurina que se venia, (hasta finales del 2011 se puede ejercer), dando en la plaza de toros Monumental de Barcelona por causa de la entrada en vigor de la ley catalana que prohíbe los espectáculos taurinos. Los Balañá van a solicitar este monto económico, si bien al día de hoy no lo han hecho, quizás debido a las conversaciones privadas que mantienen con la Generalitat.
Los Balañá estarán temblando. Primero porque si prospera el recurso de inconstitucionalidad presentado por el Partido Popular, no hay indemnización que valga, y se verán obligados a dar toros, así se lo reclamaría la afición estando el patio como está, lo que les causará un enorme disgusto por los problemas que conllevan esas organizaciones en las que ellos, por cierto, no ponen alma. Segundo porque el President Mas, y por ahí irán las conversaciones con el gobierno catalán, ha declarado que Cataluña no tiene un duro y que quizás deba vender patrimonio, con lo que no es probable que los catalanes le suelten la manteca que piden, tan frescamente. Seguro que su derecho va a ser correspondido, lo que pasa es que quizás tengan que llegar a negociaciones de tipo, urbanístico, recalificativo o vaya usted a saber de qué tipo, para que ese sospechoso derecho lo tenga la casa Balañá. La ingeniería técnico política funciona muy bien en este país.
Se sustenta en la conciencia del aficionado que la situación ocurrida en Cataluña hasta llegar a esa prohibición es consecuencia de la desidia de la casa Balañá que decidió, quizás por motivos puramente económicos, o sociales, que los toros ya no interesaban en Cataluña y comenzaron a retirarse del negocio al que negaron las promociones y al que convirtieron en sucedáneo de lo que antes fue una excelente plaza de primera.
De nada valió el esfuerzo de José Tomás en su reaparición y en sus actuaciones posteriores, de nada porque el mal ya estaba hecho. La mayor concurrencia a la plaza lo fue de gentes idas de otros lugares, siendo los justos de Cataluña. La semilla del diablo político destructor ya estaba sembrada, hasta su consumación final antes de terminar la legislatura pasada. Cabe una duda, si con los diputados actuales, el voto hubiera cambiado. El atrevido presidente Zapatero le ha dicho a Carlos Herrera que él no hubiera prohibido los toros en Cataluña. O lo dice a toro pasado porque ya no hay tripartito, o lo dice para no recibir una cornada de Herrera, que como todo el mundo sabe amuerca cuando hay que amorcar.
De todas formas no cabe duda que la casa Balañá tiene su derecho, su sospechoso derecho, y que para ellos sea cual sea el destino de la plaza, es un negocio. Faltaría más que la ley indemnizatoria no estuviera de su parte, pero sépase que ellos no son victimas, que antes fueron verdugos.

1 comentario:

Anónimo dijo...

Las declaraciones del todavía Presidente del Gobierno de España Sr Rodríguez Zapatero al periodista de Onda Cero Carlos Herrera, diciendo que él no hubiera prohibido los toros en Cataluña, es dejar a PINOCHO completamente chato.

Saludos cordiales de Víctor Sánchez