23 septiembre 2010

EL COMPROMISO DE LOS TOREROS

Tomás medalla de oro de Madrid

AGENDA DE LOS TOREROS QUE SE VAN A REUNIR CON LA MINISTRA
DE CULTURA EL DIA 28 DE SEPTIEMBRE.
(Javier Salamanca)

Que tomen nota los asistentes a tan importante reunión y los que no vayan a ir lo mismo, desde toreros, empresarios, apoderados, ganaderos, ayudas, mozos de espadas, picadores, subalternos,presidentes y todos los que chupan de tan preciado pastel, el cual han llenado de mierda ellos mismos.
El Credo del arte de torear de F. Bleu
"Factor principal de las fiestas de toros: el toro. Lo demás es secundario. Con ganado bueno y toreros malos, hay corrida posible y hasta interesante; con los elementos invertidos, no la concibo.
Fin inmediato de las corridas por parte de los lidiadores: la buena muerte del toro. A ella deben coadyuvar como accesorias las suertes de vara y banderillas, y todos lo incidentes y pormenores que forman parte de la lidia, o sobrevengan en ella.
Tanto mejor es un quite cuanto menos estropea o quebranta a un toro. El torero de conciencia falta a su misión, si al quitar, no deja colocado al toro en suerte yen los tercios.
El toreo de capa a dos manos, y en particular el de verónica, solo debe emplearse con toros abantos, levantados y sobrados de patas. Lo contrario, es querer acabar con el enemigo antes de tiempo.
Los adornos del primer tercio y el tomar las banderillas, han de reservarlos los espadas para las tardes que estén afortunados como matadores, para que no se diga que pretenden excusar errores de maestro con habilidades de aprendiz.
Con toros de buena o regular condición, el pase de tanteo debe ejecutarse siempre de poder a poder y con la mano izquierda sola, sin vacilar ante el desafío de la res, sin retroceder para rehacerse, sin llamadas o avisos de los capotes.
El pase con la derecha, es en toda ocasión pase de recurso o de defensa.
La brillantez de las faenas está en razón inversa del número de pases de que se compongan, siempre que todos sean eficaces y lucidos.
El toreo de muleta es suerte de brazos y nunca de muñecas. Durante toda su ejecución, ha de ser el toro el que gire alrededor del diestro, y no el diestro alrededor del toro. Lo de pegarse al costillar y esconderse en las paletillas, quédese sin proveer hasta que nos enteremos en que paran esas misas.
Pase de muleta que no obliga al toro a ocupar el terreno que el matador tenía a su espalda antes de engendrarlo, no es tal pase. O el animal traspasa la línea del diestro, o éste queda convertido en una especie de trinchera humana. Ya sabemos a lo que conduce este último extremo: a abanicar al toro y a verle siempre por delante dando cabezadas de cansancio y recibiendo manotazos en el testuz.
Torero que al trastear y al matar abre el compás, encorva el cuerpo y ataca con pasos atrás, torero del siglo XX.
En este mi Credo taurino, la suerte de matar figura como la más difícil y arriesgada. Un tal Francisco Montes opinaba lo mismo. Sus mandamientos son diez, a saber:
Colócate todo lo cerca que permita tu valor.
No te desvíes de la recta.
Entra al volapié, que es estocada de recurso, con todos los pies.
Fuera del volapié, para mucho, mira el morrillo, apunta, baja la mano izquierda, haz que los toros te vean y se te descubran.
Hiere con el cuerpo más que con el brazo.
Recibe siempre que puedas, y aprende si no sabes.
No entregues los toros vivos al puntillero, después de medias estocadas hondas y de pinchazos un poco caídos.
No te niegues a matar reses de determinadas ganaderías, ni prepares corridas a tu gusto.
No te retires a la enfermería con arañazos.
No huyas más que de una cosa: del paso atrás."Nota: Del libro "Antes y después del Guerra (Medio siglo del toreo)", de F. Bleu, seudónimo del aficionado madrileño Félix Borrel Vidal, editado en "Selecciones Austral" de Espasa y Calpe.

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