19 abril 2010

UN EJERCICIO DE VALOR

Archivo. Morante. Foto de Manolo Ortega

UN EJERCICIO DE VALOR
Por Agustín Hervás
Onda Cero Radio

Podría haberse aliviado. Machetearlo incluso, y no más. Y la gente no le hubiera pitado. Ni se lo hubieran tenido en cuenta. Sin embargo Morante de la Puebla decidió hacer un ejercicio de valor con el quinto toro. Sobrero, de la ganadería de Javier Molina. Tobillero, complicado. Que manseó en las varas y que fue cambiado solo con cuatro palos para no importunar más su condición. Y estuvo Morante sobándolo hasta que lo metió en el canasto, no para torear bonito por el pitón derecho, sino para consentirle su farragosa embestida que él aclaraba con pie firme, trazo largo y férrea voluntad de pegarle a aquello tres buenos. Le tocaron la música. Y con la izquierda igual. Ahí se quedó el sevillano para que nadie le dijera nada. Ni mu dijo el toro ante tanta voluntad y tanto ejercicio, (para un torero como Morante es un ejercicio), de valor. Y en ese ejercicio, rebozaba de vez en cuando un muletazo de gusto. Un aviso le tocaron antes de entrar a matar, y luego un pinchazo hondo y un descabello con arte. Después de este, José Antonio Morante de la Puebla hizo otro ejercicio, quizás de más valor que el primero. Aguantar la guasa sevillana y mandar a tomar por donde la espalda pierde su dignidad, al personal. La entendida sombra de Sevilla no se pronunció sobre la posible concesión de una oreja. Y al margen de trofeos, tampoco quiso dar la vuelta al ruedo porque le hervían las tripas. Ejercicio de valor es también considerar si para la próxima vez, en Sevilla, y con un toro de la misma condición, va a estar con la disposición que hoy ha estado. Total si no le da un muletazo ni se lo hubieran tenido en cuenta. Para la próxima vez.
Como si fue en el quinto, no fue en el segundo. Para él fueron los dos sobreros, el primero por un pitón partido, el segundo ni se sabe porqué, quizás porque se le puso de la entrepierna al presidente. Y eso mediatizó la no faena a un toro manejable del mismo hierro.

A Aparicio se le fue el toro del encierro, el toro bravo de verdad, que con el Guajiro de El Pilar, han sido los más completos de la feria hasta el momento, extracción hecha de la corrida del Ventorrillo. El hijo de La Maleni echó la tarde con mucho pajareo y poca esencia. No voy a nombrar los defectos porque superan a las virtudes que si las hubo, un servidor no las vio. En el cuarto si le vi dar tres lapas buenas.

Cayetano justificó el día de su presentación en Sevilla con aseo, y bien poco es eso para tan insigne evento. Los toros, el peor lote por cierto, no acompañaron. Tercero parado, sexto renuente. En su haber dos estocadas buenas una a cada toro y un toreo de capote con marca ordoñista. En el sexto con la rodilla en tierra templo en las verónicas de su abuelo, y que antes fueron de su bisabuelo, y un quite con el envés del capote a modo de la tafallera pero veroniqueando, estético y sentío.

La corrida de Jandilla muy desigual con dos toros correctamente presentados, primero y sexto. Sobrero que hizo segundo y el burraco cuarto, chicos. Tercero con el hierro de Vegahermosa feo y sin rematar. El sobrero de Javier Molina terciado.

¡Aquí paz y allí gloria!

FICHA:
SEVILLA, Cayetano se presenta.
Se corrieron cuatro toros de Jandilla, el segundo como sobrero. El tercero con el hierro de Vegahermosa, y el quinto otro sobrero de Javier Molina. Desiguales de presentación. El primero bueno. Julio Aparicio, pinchazo, estocada trasera y baja, (silencio). Estocada, (silencio). Morante de la Puebla, estocada corta trasera y caída, (silencio). Aviso, pinchazo hondo, descabello, (al tercio, no quiso dar la vuelta al ruedo). Cayetano, estocada buena, (saludos desde el tercio). Estocada, (al tercio).Se desmonteró Ángel Otero tras banderillear al primero.

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