05 abril 2008

¡TOMAS, NO TE EXTRAÑAMOS!

El Juli niño. ¡Qué grande ha llegado a ser!
TOMAS, NO TE EXTRAÑAMOS
Por Agustín Hervás
Onda Cero Radio

SEVILLA 08. Toros de El Ventorillo, primero y tercero, pitados. Segundo y sexto, ovacionados ¿?. Julián López "El Juli", oreja y saludos; José María Manzanares, oreja y ovación; Miguel Ángel Perera, ovación tras aviso y dos orejas. Chocolate que picó al segundo y Trujillo que banderilleó al quinto, ovacionados.

Es cierto que en la fiesta caben todos los toreros, y unos y otros en su personalidad hacen falta. José Tomás también. Se sabe que no se ajustó con Sevilla. No pasa nada. Sevilla estará ahí para cuando José Tomás quiera.
No pude remediar este pensamiento viendo torear al Juli. Con este torero no se puede echar de menos a Tomás. Luego vino Manzanares y dije para mí. Es que es cierto que se le está dando a ese torero algo que se le está negando a otros. Y claro, si la fiesta ha podido vivir seis años sin el de Galapagar. Puede continuar haciéndolo. Y luego vino Perera, un torero que por cierto, no me había entrado en la cabeza. Y volví al pensamiento. La fiesta no es sólo Tomás. Hay más toreros mejor que él, que torean. Y se merecen su lugar, que lo tienen, su estima que la tienen, pero lo que algunos quieren negarles, y yo reivindico aquí, es su nombre y su sitio en la tauromaquia de hoy.

No me ha gustado la corrida del Ventorrillo, desigual con tres lotes de dos, siendo los mejor presentados el primero, aunque atacado de kilos, y el quinto, en el tipo. De juego pésimo. Sólo el ultimo toro fue el toro de la corrida, con el segundo. El segundo con recorrido hasta que se rajó. El quinto con bondad y con nobleza. El resto, corto el primero, de media arrancada el tercero, descastado el cuarto y manso el quinto. Una corrida más lucida por la disposición de la terna que por los toros.

No hay discusión alguna. El Juli es una figura del toreo y también tiene la cabeza puesta en su sitio. La cabeza y las bolas de la entrepierna. Aunque esto último siempre supimos que las tenía. Sacarle faena al primer toro, muy pocos saben hacerlo y cuando uno se los encuentra por esas plazas de Dios, hay que llamarlos privilegiados. Al natural aguantando el parón, de uno en uno buscando la colocación. Era imposible. Juli nos dijo que se podía. Pero no pudo ser en el cuarto: calamocheador, sordo, obedecía a la voz, "esaborio", quedo y a su aire fueron las formas de embestir de este cornúpeta en cada una de las tandas.

Manzanares ha hecho lo más estético de la tarde en el segundo toro, si bien, fundamentado por el pitón derecho, y de mitad de la faena al final, que se rajó. El toro tenía su importancia. No era de carril, eso le dio mérito y adornó los borrones. En las primeras tandas hubo pico y despegue. Luego una serie intensa y por el izquierdo en menor tono. Los remates, esperpentos de kikiriquies. En realidad pudo haber estado mejor. Con el manso quinto las primeras tandas por la derecha aseadas, y pare usted de contar porque el animal se fue a tablas.

Perera tuvo la virtud de no moverse del sitio en la faena al tercero. De esta manera lo obliga a embestir. Y como el verbo obligar no saben conjugarlo algunos toros, este no, se rajó. En el sexto quemó las naves el extremeño echándole pasión a la cosa. Pero se equivocó en las distancias. Perera es un torero de distancia larga pero él se empeña en quitarle viaje al toro y ese no era el lugar. Tuvo aquí otra virtud, que no es mala, por cierto, la del temple y una buena técnica, que no es mala, por cierto, la de bajar la mano. Pues bien todo eso practicado en la media distancia, hubiera sido la del enano aquel que salía del Sagrario ...

Otra cosa buena tuvo la tarde: las ganas de volver a ver a estos toreros.

¡Aquí paz y allí gloria!

2 comentarios:

Anónimo dijo...

Coño Augustin cuentame lo del enano que salía de sagrario, que me has dejado sobre ascuas. Creo que Malagueto tambien......
Un saludo

agustin hervas dijo...

Pues que en una boda un enano se escondió en el sagrario y cuando el cura abrió la portezuela salió el enano gritando: ¡soy la hostia, soy la hostia!