28 abril 2007

UN TERCIO SERIO

FERIA DE ABRIL. MARCA: podridos. CORDOBES: Silencio en el lote. RIVERA: silencio y aviso y silencio. FANDI: silencio en el lote.

UN TERCIO SERIO
Por Agustín Hervás
Onda Cero Radio

Hacia bastante tiempo que no veía un buen tercio de banderillas. Un tercio bien concebido por la elección de los terrenos, por la ejecución de la suerte y por la colocación. Por lo común se piensa que el tercio de banderillas es un tercio caduco, de tramite, y que se conserva en la tauromaquia del siglo XXI por puro ritual. Sin embargo el segundo tercio es más importante de lo que se cree. En las banderillas vemos, tras las evoluciones del capote y de la vara, las condiciones que va a tener el toro para la muleta, y es aquí donde podemos observar el mejor pitón del animal. Este tercio es el del toreo primitivo. El de más valor, el del toreo a cuerpo limpio. A menudo este tercio es cubierto por los banderilleros para agradar al matador, aumentar o desmerecer la condición del animal y nunca para propio lucimiento, si bien es en la segunda mitad de la década de los ochenta del pasado siglo, cuando los banderilleros aupados por sus jefes de filas, y cuando la ocasión lo permitía, se lucían para gloria del espectáculo. Martín Recio, Montoliú, Cruz Vélez, etc. son ejemplos de excelentes profesionales poniendo palos y manejando el capote en la brega. Los matadores que han cubierto el tercio por lo general han evolucionado conforme la suerte y las modas lo han hecho, encontrando nombres que han hinchado de gloria este toreo. El poderoso Miguelín, el atlético Paquirri. Vean videos de Luis Miguel. Y otros matadores le han puesto espectacularidad y le han quitado elegancia.

El Fandi se ha convertido en un torero fortísimo en este tercio y se dice que no hay quien le enmiende la plana. Hoy en Sevilla lo ha demostrado una vez más cuadrando en la cara, ganándosela corriendo hacia atrás, cosa que es de su factoría, o las del violín que ha revitalizado. Pero también ha emocionado en los pares saliendo desde el estribo y otro por dentro, aunque el más arriesgado ha sido el cuarto par al toro sobrero porque se le paró a mitad del recorrido, cuando Fandi embrocaba, apretando con malicia el animal. La cosa no pasó en su lote más allá de este segundo tercio pues los toros terminaron parándose. Quizás unos leves apuntes con el capote en el tercero.

Pero el tercio de banderillas más serio lo ha protagonizado esta tarde Francisco Rivera Ordoñez. Confieso que nunca lo he visto tan completo. Algunos pares buenos aislados desde que realiza la suerte más de continuo. Pero hoy Rivera Ordoñez a toreado a cuerpo limpio con una pulcritud y una seriedad que me han admirado. No encontré formas de Paquirri por allí. Vi a un Rivera Ordoñez personal y serio. Era el quinto toro, que había embestido bien al capote, que se empleó en el primer puyazo y al que el matador le hace un quite a la verónica aseado. La segunda vara es de trámite y además se repucha. El publicó pidió palos y el torero se los dio. El primer par lo tomó en corto porque el toro no acudía a los cites. Bien, pero quedaron caiditas. El segundo par perfecto en el cuarteo y bueno en la colocación. El tercero al sesgo, bien. Todo sin concesiones. Puro. Me gustaría volver a verlo así, porque quizás entonces lo que he visto hoy significaría algo que bien pudiéramos contar mañana. Su lote en la muleta, como toda la corrida, no tuvo ni chicha ni limoná.

Abría plaza un chaval que volvía por fin a una plaza seria, después de haber estado en el exilio tropecientos años, y volvió "pa na". Manuel Díaz El Cordobés, como no banderillea quedó inédito.

La corrida de José Luis Marca ha pesado, incluyendo el sobrero, 3422 kilos. Le he oído decir al ganadero que va a cambiarles la alimentación. ¡Qué mal aficionado es! Le echa la culpa al pienso cuando tendría que flagelarse como penitencia por criar toros tan descastados. Esto es Juan Pedro y a la corrida de Juan Pedro les remito para que comparen. Yo que el empresario le pediría que me devolviera el dinero agarrándome a la ley del consumidor. Fuimos a una corrida de toros bravos y vimos una bueyada. Pero más grave aún, yo que el carnicero no le compraría las tres toneladas y media de carne porque esta debe ser una carne amarga como el amo que la ha criado. No sé como el toreo tiene en cuenta a este gafe. Gafó a su yerno Paco Ojeda. Gafó a Finito de Córdoba. A Tejela y por ultimo ha gafado a sus propios toros. ¡Para no salir de casa cada vez que se anuncie algo suyo. Toros con fachada pero podridos por dentro. ¿A ver si va a ser el anisaquis?

¡Aquí paz y allí gloria!

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