05 diciembre 2005

DIARIO DE LA RESISTENCIA: Palmas a la brevedad

DIARIO DE LA RESISTENCIA
Palmas a la brevedad
Por Aguistín Hervás

La brevedad es un acto temporal poco frecuente pero no por ello menos importante. La brevedad es un acto que está lleno de vergüenza torera pues es clarividencia de la mente de un torero. A Ponce jamás se le podrán tributar palmas a la brevedad, a Cayetano sí. No es que Ponce no sea una mente clara del toreo, todo lo contrario, es que su pundonor lo convierte en pesado. Y ya se sabe aquello de lo bueno si breve dos veces bueno.
La resistencia habla de brevedad en el toreo cuando la torería antigua no hacia padecer al aficionado actos desesperantes de toreo. Lo que ocurre es que hay actos tan breves que en ocasiones desaparecen. Por ejemplo el tercio de varas o el de banderillas. Igual que desapareció este resultado de palmas a la brevedad de las plumas de los actuales críticos taurinos que a veces ¡hay que ver como se las gastan! Y saltó la anécdota:
El ganadero Juan Gallardo pretendía debutar en La Malagueta con una escogida novillada de procedencia Villamarta y habiéndose ajustado la fecha con el entonces empresario Manuel Martín Alemán solo quedaba confiar en el buen juego del ganado, sin embargo no las tendría todas consigo el ganadero de Los Barrios cuando decidió, cosa común en la época, llamar a la puerta de la prensa para que en un si es no es tamizaran los pésimos resultados del juego de los novillos o en su caso los ensalzaran hasta limites casi histriónicos como también se acostumbraba por los plumillas de turno. El plumilla de turno en cuestión era el señor Cortés padre del actual critico taurino del diario Sur quien atendió ¡cómo no! cortésmente al ganadero.
Llegado el día del festejo se encontraba Juan Gallardo y esposa en la recepción del hotel luciendo sus mejores galas y sonrisas en un día de verdaderos nervios cuando se hizo presente ante él un muchacho alto, delgado y pizpireto que dijo llamarse Paquito y ser el hijo del señor critico taurino con quien días atrás el ganadero apañó la crónica de su novillada y que venía a:
.- Recogée ezo queuzté ya sabe ca-blao con mi padre.
Don Juan guiñando un ojo molestado por el humo del imponente cigarro puro del que daba cuenta chupada tras chupada, se echó mano al bolsillo de la chaqueta y sacó un sobre que contenía lo acordado.
Se celebró la novillada y de la lectura de la reseña recibió el ganadero tal sofoco que montando en cólera por los disparates que de ella se vertían quiso estrangular al autor de la diatriba. Al día siguiente se hizo presente ante Cortés que le negó muy efusivamente haber recibido el sobre a lo que Gallardo contestó:
.- Pues se lo di a Paquito, a su hijo – a lo que exclamó el interlocutor –
.- ¡El hijo de su madre! Se ha quedao con el sobre.
La anécdota sirvió a los miembros de la resistencia para reírse un rato aunque alguien sacó punta al asunto comentado que lo que se aprende de pequeño nunca se olvida.
La noche se había metido en agua y el Rivera de Duero alimentaba el ingenio de los resistentes. Entre ellos hay quienes opinan que los toreros de hoy no saben torear de capa aunque se pueda torear mejor que nunca. Que el lance fundamental que es la Verónica se ha practicado muy poco esta temporada y el capoteo superficial y mal ejecutado ha abundado, y lo más grave, que ha sido aplaudido por un publico que desconoce gran parte de los lances. Que el toreo de capa sea considerado como signo de la evolución del toreo antiguo a moderno en contraposición al de muleta es una teoría defendida vehementemente por un miembro, que es oída con atención por el resto de la resistencia, concluyendo que algo de razón sí que debe tener el ponente puesto que el lance se ejecuta a toro levantado lo que le imprime más carácter y más verdad al toreo, y que a lo que conocemos por imágenes añejas los lances de capa se daban antes muy moviditos y ahora para que la estética acompañe deben darse muy quietos pues la quietud es parte de la profundidad del toreo.
Por la discusión de la crisis en la torería se llega al papel de las escuelas y la experiencia va diciendo que estas aportan técnica a los educandos pero que también se enseñan las trampas del toreo. Todos los miembros del grupo están de acuerdo en que para Málaga el mejor profesor es Fernando Cámara dentro de que El Gasolina no era lo mejor para ella.
La evolución del toreo ha llevado a torear más despacio y mejor si se quiere, aún advirtiendo lo de los trucos, pero también se ha llegado a la economía de los tiempos, es decir se acortan mas los tiempos de la lidia, de cada suerte, algunas son hasta de tramite para llegar antes a la muleta, cuando no desaparecen en ocasiones.
Hay cosas que no se enseñan en las escuelas y la torería es una de ellas. A ser torero dentro y fuera del ruedo a estar en torero dentro y fuera del ruedo, como por ejemplo El Papa Negro enseñaba a sus hijos. A Antonio Bienvenida lo enseñó a tomar el olivo obligándole a saltar con un brazo en cabestrillo, con lo que solo podía hacerlo apoyándose en una mano. Antonio Ordoñez desde que perdió la falange de un dedo cuando al saltar la barrera se dejó la mano en la contera y el toro que lo perseguía se la partió con la pala del pitón, nunca jamás volvió a saltar. El Papa Negro como educador fue ejemplar, como ejemplar lo fue Cayetano el bisabuelo del actual.
Eran otros tiempos de más torería, a los actuales toreros les falta, tanto como les falta vergüenza torera porque entre ellos no se pican cuando es menester. Eso se veía en los quites que ahora llaman artísticos y antes eran de orgullo por quíteme usted aquellas pajas. Pero es que esa falta de ambición y orgullo desmedido e incontrolado que atesoran los chavales jóvenes lo llevan hasta el extremo de evitar dar vueltas al ruedo cuando no han recibido trofeos.
La resistencia reivindica la vuelta al ruedo como premio importante y necesario, como trofeo de acercamiento al publico aunque el publico sea ahora un punto de fricción entre los taurinos y la prensa sobrecogida y los aficionados y la prensa honrada pues se suele utilizar como arma arrojadiza ya que se argumenta con frecuencia que el publico es soberano y hay que darle lo que pida.
A los públicos les falta educación taurina y gran parte de la culpa, no toda, la tienen los medios de comunicación como alguno de titularidad publica que con su parafernalia y boato está haciendo mucho daño a la integridad de la fiesta en beneficio del propio medio para quedar bien con los profesionales. En general a estos medios les cuesta trabajo por ejemplo decir que tal torero ha pegado un bajonazo y que este tipo de estocadas no se deben aplaudir.
La resistencia ha pergeñado entre los olores a vino, queso y tierra mojada los carteles que desearían ver la próxima temporada.
.- Fuente Ymbro, Ponce, Morante, Cid
.- Cuadri, Cid, Encabo, Perera
.- Cebada, Cid, Perera, Salvador Cortes
.- Fuente Ymbro, Cid, Morante, Castella
De lo que se deduce que el torero que más interesa es El Cid, seguido de Morante y Perera y completados con Ponce, Encabo, Castella y Salvador Cortés. Queda claro para los resistentes que Fuente Ymbro es la ganadería que más ha ilusionado y que apuestan por la casta con Cebada Gago y Cuadri.
Al salir, la lluvia fina y fría cala hasta los huesos, los charcos reverberan la luz de las farolas haciendo las calles más anchas, la fachada este de La Malagueta nos mira con tristeza pidiéndonos justicia. La resistencia luchará por ella.

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