23 agosto 2005

POR DIGNIDAD

POR DIGNIDAD
Por Agustín Hervás
Onda Cero Radio
Tribuna de Salamanca

La empresa de Málaga que esta feria había confeccionado unos desiguales carteles, lejos, muy lejos de los mejor rematados de la pasada, ha tenido mucha suerte con los llenos a pesar de que todos sabemos que esta empresa, que regenta “El Marqués de Fuengirola” o sea Martín Lorca y su yernísimo José Carlos Escribano, carece de manga ancha calificativo que yo no he acuñado sino que lo ha hecho el presidente de la Diputación, dueña de la plaza, Señor Pendón.
Los toreros, todos los toreros andan quejándose de que en este mundo de los toros, del que viven, no se les tiene respeto, cosa que en realidad se vuelve contra ellos cuando ellos son, en ocasiones, los primeros en no respetar ni al toro, ni al sufrido aficionado. Lo sucedido en Málaga en esta feria tiene esa doble lectura y por dignidad, la misma que Ponce, Cid y Perera, esgrimieron para irse de La Malagueta el día 17, yo debo explicar tal y como a mi me han llegado las noticias una de las controversias más indignas que haya vivido esta plaza en más de 160 años de existencia.
El día 16 en el cartel se anunciaban toros de Daniel Ruiz para Rivera Ordoñez, Morante y El Juli. La autoridad a cuya cabeza estaba un muy respetado, ecuánime y considerado funcionario del cuerpo de la policía autonómica andaluza Santiago Dueñas y la extraordinaria aficionada y mejor veterinaria Carmen Añón, rechazaron los toros de Daniel Ruiz; ganadería que imponía el Juli y que ha sido el origen del conflicto entre los Choperitas, Ponce y Juli en Albacete y que ha deparado en el resultado conocido de la no inclusión en esta feria y las de Valladolid y Salamanca del torero de Chiva. El rechazo de los toros vino determinado por falta de sustancias corneas, cojeras y diferentes heridas en los animales. La empresa presentó una corrida de Parladé que cuando vieron las cuadrillas las espabiladeras de los bichos no la quisieron y ya in extremis, justificando el no presentar más toros en ese día por el asunto de la Lengua Azul, el empresario dio la opción de la corrida de Parladé que se iba a lidiar el 17 por Ponce, El Cid y Pera. La autoridad aceptó haciéndole firmar al empresario un documento echándose toda la responsabilidad de la decisión. Los toreros también aceptaron llegándose al consenso sobre todo porque la televisión autonómica televisaba el festejo y políticos de altas instancias presionaron para que el festejo no se suspendiera. El error de los empresarios fue no avisar a la terna que encabezaba Ponce de que la corrida contratada por ellos se la quitaba para lidiarla el día de antes.
En realidad lo que el inexperto empresario hizo fue trasladar el problema para el siguiente día y confirmar que los taurinos se meriendan entre ellos cual si caníbales fueran aludiendo a aquello de la dignidad. Es lo que tiene ser empresario chico: chico de honor, de profesionalidad y de billete y es lo que tiene ser empresario grande: grande de respeto, de consideración y de billete con lo que a buen entendedor... se verificará que La Malagueta se concedió irregularmente a empresarios del compadreo y de la falta de seriedad. También para la corrida del encierro de Javier Conde con seis toros del ganadero y empresario Martín Lorca hubo problemas. El ganadero otra vez sin consultar lidió toros de los reseñados por el padre del torero, Curro Conde, en Osuna y en Oviedo por lo que Simón Casas, apoderado del malagueño también apeló a la dignidad del matador en contra de la poca profesionalidad demostrada por los empresarios. Esa misma dignidad a la que apelaba una persona próxima al Cid que me llegó a espetar que ¡quien era el Juli para quitarles a ellos la corrida! (A ellos se refería a los tres matadores). Lo que más les dolió a los representantes de El Cid y de Perera, el mismo Simón Casas, es lo de no avisarles pero con respecto a Ponce ya llovía sobre mojado contra El Juli por aquello de la corrida de Daniel en Albacete.
La dignidad de los toreros y no otra fue la causa de que Ponce, Cid y Perera se fueran de Málaga. Se les ofreció la corrida de Parladé en puntas y los matadores dijeron que no, la autoridad ofreció una corrida de Gavira y también dijeron que no y la empresa que ya había tenido tiempo de maniobrar la noche anterior, decidió cambiar la terna por Dávila Miura, Salvador Cortés y David Galán. Luego esa tarde debió soportar cuatro formidables broncas del público que llenó los tendidos porque mal informados la mayoría no devolvieron las entradas.
Quiero decir que la empresa piensa pagarles los honorarios sin haber toreado y no emprender acciones legales contra los toreros que podría, pero quien si debe proponerlos para sanción es la autoridad ya que, que yo sepa, aún no se registran en los contratos entre toreros y empresas los números de los toros que se van a lidiar, solo se especifica la ganadería, y por tanto aunque los toros propuestos a Ponce, Cid y Perera no eran los reseñados, si lo era la ganadería anunciada.
El enfado general fue tal que unos chavales decidieron mostrar una pancarta en la zona de la puerta de autoridades de La Malagueta llamando a los empresarios sinvergüenzas.
Este hecho jamás acontecido en una plaza de toros pasará a la historia y debería tener consecuencias administrativas como la no renovación de la prorroga del contrato que la Diputación mantiene con este empresario al que algunos llaman por su soberbia, El Marqués de Fuengirola.
Al margen de lo artístico cuyo tono ha sido inferior al de otros años hay que dar cuenta de un capitulo de incongruencias y tonterías:

INCONGRUENCIAS: Que esta plaza vaya a ser de primera cuando tiene todos los aditamentos de ser de tercera siendo de segunda. Que haya tres presidentes que no unifican criterios: uno muy bueno Santiago Dueñas que pertenece a la policía autonómica de Andalucía, otro un enchufado y mantenido por las hordas políticas, Rafael Porras por más señas ex comisario de policía, y un tercero advenedizo e incomprensiblemente incompatible porque es presidente del colegio de veterinarios y preside el palco de la plaza de toros, Enrique Moya. Ambos últimos que juegan a favor de la empresa y del taurinismo manipulador.

TONTERIAS: Dos de Javier Conde en su fracasada encerrona: la primera que sacó un capote de seda de raso con los vueltos blancos aunque esto en realidad puede pasar si no tenemos en cuenta que el sol o la luz artificial al hacer brillar el raso puede desorientar al toro en su embestida; La segunda tontería y más importante fue la de sacar una muleta blanca para la faena del sexto. ¡Cosas veredes, amigo Sancho!

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